12 Horas para Sobrevivir (The Purge)

Capítulo 13:

3 horas restantes.

Cuando escuchan pasos cerca de ellos, se dan cuenta que tienen que actuar, ahora.

Se dan vuelta, asomando la cabeza por la pared, y ven a dos chicos.

Les disparan y ellos caen, muertos.

Leo se levanta y busca el arma de ellos.

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Arriba, en el estudio, la anciana que presentó eso, no puede creerlo.

Comienza a llamar por apoyo.

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En un momento, las puertas que están frente a ellos se abren y salen 5 hombres armados y comienzan a disparar.

Shane es el único que resulta perjudicado al estar en la punta. Cinco balas se incrustan en su pecho y muere en el instante.

Antes que esos hombres maten al resto, del otro lado del lugar aparece el grupo de Anarquistas y comienzan a disparar a los hombres.

Luego de todo eso, se acercan a ellos. Liz está llorando en el pecho de Shane.

Eva la está queriendo tranquilizar.

-Salgan de aquí -les dice el hombre que parece el líder del grupo, el del video que Cali había visto-. Ahora.

Leo asiente y se lleva consigo a Cali.

Eva se queda al lado de Liz y le besa la cabeza.

-Ya debemos irnos -le dice tranquila.

-No -dice ella entre lágrimas, y levanta la cabeza y mira al grupo de Anarquistas-. Quiero purgar.

Eva la mira, algo sorprendida.

El líder del grupo la mira y se dirige a Eva.

-Anda, nosotros la cuidaremos -le asegura y Eva asiente.

Se levanta y va a donde está su hija.

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Salen por la playa de estacionamiento.

Ven pasar a una camioneta negra y Leo la hace detener.

De la camioneta baja la anciana, Leo le apunta.

-Deme las llaves de la camioneta -le ordena.

-Están ahí -le responde ella asustada, señalando el interior de la camioneta.

Leo asiente.

-Debería matarla -le dice, y la mujer con la cabeza le dice que no-. Pero no voy a hacerlo -le asegura-. Aun así, se lo merece.

Termina de decir eso y se sube a la camioneta, Eva y Cali lo imitan.

Salen de la playa de estacionamiento.

Se dan cuenta que ya es de día, que no debe quedar mucho para que termine.

Ven el reloj en el auto.

-Quedan 2 horas -dice Cali, algo emocionada.

En la calle ya no se ve a nadie.

Leo se dirige a su destino. Él sabe qur tiene que ir, sí o sí.

Aunque sabe que el lugar queda del otro lado de donde están ellos. En el mismo barrio.

Cuando llegan, ya queda 1 hora y media.

Él estaciona en la esquina de la otra cuadra y mira la casa, el lugar donde tiene que ir.

-No tienes que hacerlo -le dice Cali, tranquila.

-¡Tú no entiendes! -grita él, al ver que Cali se asustó por la forma en que contestó se tranquiliza- Ustedes quédense aquí, ahora vuelvo -y se baja de la camioneta.