12 Horas para Sobrevivir (The Purge)

Capítulo 11:

5 horas restantes.

El silencio vuelve a reinar el ambiente. Sólo se escucha el ruido de la camioneta andando. Pero ellos ya no hablan.

En un momento, sienten que la camioneta se detiene. Ya están resignados a su destino, por eso ya no ejercen lucha alguna.

Unos hombres vestidos de traje abren la puerta de la camioneta.

Los de las máscaras los sacan a ellos afuera. El último en salir es Leo que aunque sabe que no le queda mucho, quiere salir. De alguna forma.

Todos entran por una puerta acompañados por los hombres de traje. Ellos les atan las manos y los hacen arrodillarse en un cuarto oscuro.

Ellos muchos no entienden, pero aún así esperan que alguien con un arma les aparezca por detrás y los mate a todos.

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Los tuvieron en esa posición por lo menos cuarenta minutos. Leo ya se estaba impacientando, quería sacarlos a todos de ahí y todos esos minutos pensó en una manera de escapar. Pero ninguna funcionaría.

-¡Vamos, levantense! -escucharon una voz detrás suyo y cinco hombres los agarraron y los ayudaron a levantarse, luego los comenzaron a llevar a otro lugar.

Todo estaba tan oscuro que ya no entendían nada de lo que estaba pasando.

Llegan a otra sala oscura, y se escuchan muchas voces de algún lado. Eso los confunde aún más.

Los hacen arrodillarse nuevamente en el suelo. Luego, un hombre que los traía sale por una puerta.

Esperan cinco minutos más y escuchan una voz hablando por micrófono.

-Primero quería desearles a todos una muy feliz Noche de Purga -dice la voz, parece de una mujer grande, seguido de eso se escuchan murmullos-. Esperen -dice ella para que todos se callen-. Ahora tenemos la última ronda -continua. Los adultos ya se dan cuenta de en dónde están, pero Cali nuevamente no entiende nada ¿Feliz Noche de Purga? ¿Última ronda? se pregunta a sí misma-, y como es la última, es la más cara. Aún así quiero verlos participar -termina esas palabras y un telón se abre delante de ellos.

Observan a un montón de gente rica, cenando.

La anciana vuelve a hablar.

-Primera oferta... -mira a todos lados, unas chicas exactamente iguales levantan las manos- Las señoritas allí. Perfecto.

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Durante quince minutos estuvieron viendo como esa gente ofrecía dinero para purgarlos a todos esa noche.