Las aventuras de la chica mágica y el luchador

Vigilantes.

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Fue duro levantarse en la mañana. Lo primero que pensé es que todo había sido un sueño. Pero al revisar mi teléfono vi que había un nuevo número agregado en la agenda, y en mis redes sociales tenía una nueva amiga, de cuyo perfil de Facebook ya tenía conocimiento desde hacía tiempo atrás.

Hice lo de mi rutina y me fui a trabajar. Llegué justo a tiempo y con un poco de café solucioné el problema de la falta de sueño. Sólo restaba esperar a que diera la "hora" de la comida; me moría de hambre.
Menos mal que el turno se fue volando y para cuando acordé ya estaba en el comedor de la empresa listo a devorar una hamburguesa.

—Itadakimasu —dije y me acordé de la chica que hablaba empleando japoñol. Pensé en mandarle un mensaje, pero ya cuando iba a escribirlo dudé y mejor revisé Facebook. De pronto...

—No mames...

A parte de lo emocionado que ya estaba porque iba a luchar —y porque estaba viviendo algo digno de un anime— esa tarde en mi receso me enteré de una gran noticia respecto a la conve.

—No mames...

La gente que ha ido a convenciones otakus sabe lo fascinante que son esos eventos.

Tanto al interior como al exterior se vive un ambiente de fiesta. Adentro hay puestos donde se vende todo tipo de mercancía relacionada con el anime, el manga, los cómics y los videojuegos, también hay puestos de comida, módulos de juegos como tiro con arco o batallas medievales. Y dos de las cosas que más atraen a los asistentes son las conferencias de artistas invitados y el gran concurso de cosplay que se realiza el domingo, día de cierre.

Y a esa convención estaban invitadas dos actrices de doblaje que admiro mucho.

Los pondré en contexto. Mi serie anime favorita es una que trataba sobre una escuela de brujas a la que asistían aquellas adolescentes que aspiraban a mejorar sus habilidades en la magia. La protagonista de dicha historia era una chica japonesa que no tenía linaje mágico pero sí mucha determinación y el gran sueño de ser una gran bruja. Se llamaba Atsuko y una de las cosas que más la distinguía era su torpeza, que la hacía meterse en muchos problemas. Desde que vi al personaje me cautivó, se volvió mi waifu. Esa es la palabra que nuestra tribu urbana designó para llamar al personaje femenino que más nos guste de una serie. Bueno, la voz en español de la torpe aspirante a bruja la hizo la chilena Marlene Pérez. Tengo la costumbre de ver los animes y todo tipo de series y películas con doblaje si este está disponible, y como el anime del que les estoy hablando forma parte del catálogo de una popular plataforma de streaming, su doblaje estuvo garantizado. Antes de que los más otakus me funen porque veo animes con doblaje, debo decir que cuando uno está cansado del trabajo, sólo quiere sentarse en el sillón y ver la televisión sin tener que estar haciendo un esfuerzo extra al leer subtítulos que muchas veces dejan más qué desear que un doblaje.

Marlene Pérez y otra actriz de doblaje llamada Natalia Ríos, que le dio por su parte voz a un personaje muy importante en la serie, vendrían a la Animex, la convención de anime y cómics más grande que año con año se realiza en la Ciudad de Monterrey.

La verdad a esa edición pensaba seriamente si ir o no, los boletos para entrar cada vez costaban más, y si acaso iba sería para estar en el área común de Cintermex y en Fundidora para tomarle fotos a los cosplayers, pero el saber que las actrices de doblaje chilenas fueron invitadas lo cambió todo, de pronto me vi totalmente decidido a asistir sí o sí. Tenía que conseguir sus autógrafos y conocerlas en la convivencia a como diera lugar. Aquello sería el sábado 14 de julio a las cuatro de la tarde, justo un día después de mi lucha debut, así que me aseguraría de no morir el viernes en el ring para poder estar ahí. Y por supuesto, también para no traumar de por vida a mis amigos (y a la chica mágica) que irían a verme luchar, ja, ja.
 
Digo esto porque la lucha libre contrario a lo que se piensa es un deporte muy riesgoso. Muchos dicen que es puro teatro, que no nos pegamos de verdad, quienes piensan así ¿todo bien en casa?