Borracha. 《HyoSeo》

IX

HyoYeon quedó pensativa ante la mirada demandante de SooYoung, realmente quería darle la razón pero no podía saber de las intenciones de su amiga todavía, nada era claro y todo había sido muy rápido en su cabeza.

— Tampoco es que sea una coincidencia, el verde es mi color favorito, o puede que tuviera el collar desde antes y quisiera regalármelo.

SooYoung la miró alzando las cejas en señal de que no la convencía para nada.

— De todas formas, llevo conociéndola desde hace poco, quizás tres semanas, no hay manera de que sea algo más.

— Pero te atrae desde la primera vez que la viste, ¿no?

HyoYeon no pudo decir otra palabra, dándole la razón a la más alta.

— Ten más fe, incluso si llevas conociéndola un mes, mira todo lo que has avanzado, no necesitas apurarte.

Antes de que terminara de escuchar a su amiga, sintió unas palmadas en su hombro, de la misma, mostrando su apoyo y dándole ánimo. La rubia le sonrió sin decir nada aún.

— Todo saldrá bien.

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Después de unas horas las demás despertaron y luego de desayunar, fueron dejando la casa de HyoYeon debido a que la mayoría tenía que volver a casa o a trabajar, al final, solo quedaron la misma dueña de casa, su prima, y SeoHyun, pero esta última ya debía irse también.

— ¿Quieres que vaya a dejarte a casa?

— ¿Estás segura? No me pasará nada, no es muy lejos. —Respondió automáticamente SeoHyun, nerviosa por la posibilidad de hablar a solas con HyoYeon después de haberle regalado el collar.

— Por eso no me molesta, no te preocupes, vamos —dijo antes de abrir la puerta para salir.— ¡Tae, dile a mamá que iré a dejar a SeoHyun a su casa, es unas calles más allá! —Gritó desde la entrada para que pudieran oírla desde adentro.

No tuvo más remedio que aceptar la amabilidad de HyoYeon y caminar a su lado en dirección a su casa.

— Gracias.

— Ah, no hay de qué. Es lo mínimo que puedo hacer por ti —la miró sonriente mientras caminaba sin prisas, para alargar el viaje lo más posible.— Yo también quería agradecerte, a pesar de que hablamos hace poco, los regalos que me diste anoche fueron maravillosos.

Siguió caminando mientras SeoHyun intentaba responderle algo, pero simplemente no podía, qué vergüenza.

— A pesar de que hablamos desde hace un mes, es como si me conocieras muy bien, como si siempre lo hubieras hecho —tomó una pausa para mirar el cielo, tenía algunas nubes, pero seguía siendo brillante.— Y no sé qué hacer para compensártelo.

— Me gustaría seguir conociéndote.

HyoYeon no entendía absolutamente nada, quizás era la primera vez que alguien le decía algo de ese estilo en su vida. Durante la mayor parte del tiempo, siempre fue alguien a quien todos conocían, pero a quien nadie se le acercaba para hacerlo realmente ¿Qué veía SeoHyun en ella?

— Como siempre, me sorprendes, pero si es lo que realmente quieres, no puedo negarte nada.

HyoYeon le sonrió brillantemente y SeoHyun no pudo evitar hacerlo también. Siguieron el camino hasta llegar a casa de SeoHyun y la dejó cerca de la entrada, se despidieron y cuando apenas la vio cerrar la puerta, asegurándose de que ya no la veía, corrió de vuelta a su casa lo más rápido que pudo.