ACCIDENTE

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~🐊~

Él estaba acostumbrado a los golpes, heridas de bala y navaja, a saltar de grandes alturas y caer al suelo sin romperse ni un hueso, estar a grandes y bajas temperaturas sin sufrir daños mayores, a que le explotaran sus experimentos en la cara.
Por eso, pese a todo lo anterior, no se creía que estaba en el hospital porque le cayó una maceta en la cabeza. Ni en su más alocado sueño era posible aquello. Pero ya había pasado, solo debía esperar a que su novio llegara para decirle cómo fue que rompió la maceta que le mandó su abuelita con flores de Cempasúchitl.

Acababa de salir de radiografía y al parecer casi se rompe el cráneo por culpa de su descuido y la maceta del mexicano. No volvería a cuestionar la calidad de las cosas de su novio.

Estaba en la camilla de la habitación, tan concentrado en sus pensamientos que no notó cuando un joven mexicano entró al cuarto y caminó hasta estar a su lado.

- Hola, Hiro. ¿Cómo te sientes? -  Al escuchar su nombre y una voz que no era la suya propia, su concentración quedó a un lado para dirigirla ahora hacia aquella persona junto a él.

- Hola, Simón. Estoy bien, no fue nada -  Respondió el joven nipón tratando de restarle importancia al asunto.

- ¿Ah, sí? ¿ Y porqué tuvieron que traerte al hospital? -

- Solo fue un pequeño golpe en mi cabeza -  Tuvo que decir al ver al joven con una ceja levantada y ese cuestionamiento muy razonable.

- Está bien, no preguntaré más -  El moreno se dirigió a la silla que estaba al lado de la única cama en aquella habitación de paredes blanquesinas.

Aunque Hiro lo notó algo raro. La expresión del joven mexicano había cambiado a una preocupada y triste y sabía que no era por él. Tal vez se peleó con Miguel otra vez; y hablando de Miguel, se preguntaba porqué no habrá llegado aún.

- Oye Simón -  El nombrado dirigió su vista a quien lo llamaba, ya con un semblante relajado y alegre.  - ¿Sabes dónde está Miguel? Estoy seguro de que lo llamaron hace unas horas para avisarle que estoy en este lugar. -  La cara del latino volvió tener un semblante preocupado, pero bajó el rostro enseguida. Hiro sintió una punsada en el pecho al ver esa reacción e incrementó cuando vio a Simón... ¿sollozando? No, no podía creer aquello. Su cerebro le debe estar fallando por el golpe que recibió en la cabeza.

- Hiro, Miguel... -  Escuchaba la voz ahogada del joven. Un dolor en el pecho y en la cabeza comenzaron a incrementarse en el joven asiático al imaginar que algo malo le había pasado a su querido novio.  - Él... Mi hermano tuvo un accidente cuando salía para acá y... Por eso no ha llegado -  Sintió que unas lágrimas en sus ojos estaban por salir, pero no le importó. Sus extremidades empezaron a temblar, pero no le importó. Sintió como se le formaba un nudo en la garganta y como le subía el ácido estomacal por ésta, señal de querer vomitar, pero tampoco le importó.

Solo le importaba Miguel.

¿Cómo es posible que pasara eso? Por su mente pasó toda su relación con Miguel en un instante, como si fuera una película. Y recordó la promesa que le hizo de cuidarlo siempre. Se supone que él debía protegerlo, debía cuidar a las personas que ama. Se supone que es un jodido superhéroe ¿Cómo es que no pudo cuidar a su novio? Debió dejar que Baymax se fuera con él y no haber sido tan egoísta al quererlo con él, así por lo menos, tal vez, Baymax lo habría podido salvar de... De...

¿Qué?

No tiene idea de qué fue lo que le pasó. No sabe cómo está, ni cómo fue que le pasó lo que le pasó a Miguel...

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