Lo llamado hogar

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Un niño sollozaba a mitad del bosque.

Herido de pies a cabeza, rasguños y suciedad en todo su cuerpo, sus manos limpiaban las lágrimas que salían pero no era suficiente salían más y más, él no podía detenerlas.

Sintió un húmedo toque en su mejilla, tan fuerte que lo derribo de lado, el niño retrocedió de inmediato para darse cuenta de que había sido una lamida, una lamida del pequeño lobo de pelaje castaño frente a él, lo miraba con curiosidad inclinando la cabeza hacia un lado, Sasuke vió su propio reflejo en sus ojos castaños.

Supo dos cosas, aquel lobo era hembra y ella sabía a la perfección que él era en realidad.

Igual que ella.

Sasuke no se había transformado en más días de lo que pudo contar, había sido la última orden de su madre que dió la vida para salvarlo del ataque de los cazadores a su manada de sangre pura, él fue el único sobreviviente, ahora vagaba solo en el bosque, su madre le dijo que buscará a otros como él pero después de días no encontró a ninguna una manada cercana.

Aquella pequeña loba pareció sonreírle con las líneas de su hocico, moviendo las orejas ligeramente escuchando al mismo tiempo cosas a su alrededor.

Sasuke se levantó sin parar de mirarla.

—Tú... eres como yo, ¿no es así?— El chico cuestionó de inmediato, ya no lloraba.

La pequeña loba inclinó la cabeza sin entender.

—Tú sangre no está mezclada con la de ningún otro tipo, es pura ¿no es así?— Sasuke se aproximó a explicarle— como la mía...

La loba de pelaje castaño se puso tensa y empezó a gruñir hacía la la izquierda de donde estaban, un hombre de barba y un cigarrillo en su boca apareció sonriendo hacía ellos.

—Vaya que tenemos aquí— miró hacía la loba— que hermoso pelaje es el que tienes.

El cazador se acercó rápido y antes de que la loba pudiera soltar la mordida la tomó por detrás del cuello, levantandolas y aunque ella forcejeaba estaba a su merced.

—Qué desperdicio será sacarte la sangre— sonrió complacido hacía ella— dejaré que crezcas un poco más así podré sacarte más.

—¡Oye suéltala ahora!— Sasuke lo miró con odio.

—Hey niño retrocede, estas cosas son peligrosas por eso hay que cazarlas, debe de haber estado apunto de comerte— le miró sin interés tirando su cigarrillo hacía él y aplastandolo poco después— ve a jugar a otro lado.

Sasuke odiaba a los humanos, los odiaba por arrebatarle lo más preciado que tenía, jamás los perdonaría, jamás dejaría desvanecer ese odio que lo abrazaba por dentro y se hacía parte de él, sus dientes se convirtieron en colmillos dentro de su boca y de la rabia salió a relucir sus garras.

—¿Qué demonios?... eres uno de ellos...—  mencionó irritado el hombre mientras buscaba algo en su pantalón el niño supuso que su arma.

Pero no le dió tiempo cuando Sasuke se transformó por completo y lo atacó.

La loba de pelaje castaño cayó al suelo había sido soltada por el cazador, se apartó y decidió correr por su vida, pero se detuvo viendo al pequeño lobo de pelaje completamente negros que atacaba al cazador en su cuello dejándolo inmóvil e inerte el suelo, cosa que sólo hacían lobos más grandes que ella.

Miró con atención a aquél lobo y su expresión de furia sin ser contenida que salía de sus colmillos y garras ambos tensos aún.

Su hocico machado de sangre de aquel cazador.

La niña observó los ojos negros como la noche antes de que se transformará de nuevo en aquel niño de cabellos negros, la furia había desaparecido y observó sus manos llenas de sangre y desvío la mirada apretando los puños contra el suelo levantando un poco de tierra, sus ojos se llenaron de nuevo de lágrimas.

Él no quería convertirse en un asesino, los humanos lo habían obligado a serlo.

De nuevo sintió un toque en su mejilla pero esta vez no húmedo si no de una mano, observó con atención como una niña de cabellos castaños y dos chonguitos qué ataban sus cabellos apareció frente a él.

Después tomándolo por sorpresa lo abrazó del cuello.

—Gracias— la voz de la niña le pareció dulce como la de su madre— vayamos a casa, ¿quieres?

El pequeño Sasuke derramó lágrimas de nuevo, dentro de él la palabra hogar de nuevo resonaban en su mente dándole tranquilidad.

Entrecerró los ojos analizando desde aquel montículo de tierra alta aquel campamento de cazadores, todos se veían como aquella escoria a la que quería separarles la cabeza del cuerpo uno por uno disfrutandolo.

La olió, quizás estaba encerrada en aquel edificio sin ventanas y una puerta de metal y por eso su olor era leve.

Minutos después observó cómo los cazadores estaban alarmados por alguna razón, los vió ir y venir de adentro hacia afuera reportándose a un humano en el centro del campamento él cual sólo asentía con seriedad.

Sasuke se acercó un poco más, y escuchó lo que decían mientras sus garras salían con furia.

Se la habían llevado de ahí, uno de ellos los había traicionado llevándose a la sangre pura con él.

Observó de nuevo como los cazadores golpeaban a un niño para sacarle información sobre lo que había visto, escuchó de nuevo pero nada era relevante en su confesión.

Sasuke dió la vuelta y olfateo a sus alrededores, entonces lo notó, aquel hilo de olor de ella combinados ahora con un poco del suyo, apretó los puños, el olor de apareamiento había desaparecido un poco al no estar junto con ella, la furia nació cuando sintió el olor del macho humano que se la había llevado, ahora se mezclaba con el de ella.

Camino agradeciendo que Tenten fuera lo suficientemente inteligente como para salir de aquel campamento de cazadores en el que sólo le esperaba cosas horribles vendida al mejor postor, además de que él no se pondría en riesgo entrando ahí para rescatarla, aunque le habria agradado destrozar a todos los cazadores que pudiera al final el número lo alcanzaría y los dos estarían en una celda esperando a ser vendidos.

Sintió lastima por el cazador que se la había llevado con él, no iba a detenerse en destrozarlo en mil pedazos en cuanto lo viera.

Sasuke había aprendido a que Tenten era de él desde que se conocieron, la había defendido sin dudarlo, años después de ser aceptado por la manada, él lo hizo oficial, ella era perfecta para formar a su manada de sangre pura de nuevo.

Por que sin Tenten aquella palabra hogar qué se formó en su mente cuando la conoció, al final de todo no tenía ningún sentido.

El Reflejo De Tu AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora