11 » Viña Ventisquero

220 23 3
                                    

—¡Hasta mañana, profesor! ¡No se dé muchos besos con su esposo! —la chillona voz de Jeong In le provocó una sonrisa a Jun Hong. Ese pequeño demonio nunca cambiaría.

—¿Qué les cuentas a tus alumnos sobre nosotros? —siguió sonriendo, sólo que ahora un poco más burlón. Rápidamente sintió los largos brazos de su esposo alrededor de él y no pudo reprimir un leve sonido de satisfacción.

Amaba cuando Yong Guk venía a recogerlo después de un largo día de trabajo.

—No les cuento nada —jugó con el anillo de matrimonio que vestía la mano derecha de su esposo, acariciándolo suavemente—, pero eres un poco obvio cuando intentan llamar tu atención y tú estás embelesado con cada uno de mis movimientos.

—Díselo a tu cambio de look.

—Tampoco es para tanto —Jun Hong apretó los labios, no queriendo que su esposo viese cuan confiado se sentía en una sonrisa—. Tuve este color también con quince años, ¿lo recuerdas?

—No es lo mismo —el rapero dejó un beso sobre la curvatura de su cuello, causándole un cosquilleo por todo el cuerpo.

—Hyung —murmuró, ladeando inconscientemente el cuello hacia la izquierda—, en cualquier momento alguien puede entrar.

—Sólo estoy dándole amor a mi esposo, ¿qué tiene de malo?

—Es un amor que puede traumatizar a los demás —bromeó, arrancándole una risa sarcástica a su esposo. Por lo menos consiguió que se alejara un poquito. Se dio la vuelta para mirarlo y no se separó ni un solo centímetro más para empezar a jugar con el cuello de su camiseta—. ¿Qué te parece que comamos hoy fuera de casa?

—Me parece estupendo —Yong Guk aprovechó la cercanía para apretar su trasero con ambas manos, provocando un leve sonrojo en sus mejillas—. ¿Qué?

—Tonto —refunfuñó, sin embargo no pudo reclamar nada más debido a la interrupción de Hyun Bin en ese mismo momento. Jun Hong giró un poco el cuerpo para mirarlo—. ¿Qué ocurre, Binnie?

Yong Guk carraspeó para hacerse notar, mientras que el intruso parpadeaba con nerviosismo sin despegar la mirada de ellos.

—Vamos a cerrar la academia por hoy y...

—¡Es verdad! No lo recordaba —Jun Hong se separó de su esposo, haciéndolo gruñir levemente. Menos mal que pasó desapercibido para Hyun Bin—. Mañana también estará cerrada.

El menor asintió con un pequeño brillo en los ojos. Tendrían un descanso merecido.

—¿Por qué? —intervino Yong Guk.

—Porque hemos decidido que todos tendremos un día libre por semana —el rubio recogió sus pertenencias de las solitarias perchas bajo la atenta mirada de los dos hombres—. Además, a nuestra jefa le viene genial que sea un Viernes.

—Oh —Yong Guk se acercó a su esposo, arrebatando el macuto de color azul marino y colgándolo sobre su hombro. Hyun Bin escondió una sonrisa ladina para no avergonzar más al rubio, que ya parecía estar sufriendo por su fuerte sonrojo—. Entonces, nos estamos yendo.

—Nos vemos el Lunes, Jun Hong hyung —Hyun Bin hizo una leve venia frente a ellos, siendo consciente de que estaba utilizando el honorífico a pesar de que Jun Hong se lo había prohibido. La presencia de Yong Guk ciertamente imponía bastante—. Y hasta la próxima, Bang Yong Guk-ssi.

Un pequeño silencio reinó en la sala hasta que el último nombrado chasqueó la lengua—. Fuiste a mi cumpleaños y te vi bailando borracho sobre el sofá, ¿por qué sigues siendo tan formal?

Married » BangLoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora