Capítulo Final - Llana y sosegada conclusión.

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Ni en los más disparatados pensamientos de Myung Soo había surgido la remota posibilidad de que ese momento llegaría, incluso si estaba por completo seguro de lo que Sung Jong quería decirle.
Y siendo así, no debía andarse con rodeos, porque lo último que quería era hacerle daño al menor; así que, por respeto a su valentía, estaba dispuesto a no alargar esa incómoda conversación más de lo necesario.
—¿Es acerca de que estás enamorado de mí, Sung Jong? —cuestionó directamente, con una seriedad poco común.
La cara de Lee enrojeció como un enorme tomate maduro, y su corazón se aceleró al punto de casi sentirlo en la garganta.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó un tanto alarmado. ¿Acaso fue tan descuidado para que Myung Soo le descubriera?
—Discúlpame. Sin querer escuché una conversación entre Sung Yeol y tú. No fue mi intención; de verdad lo siento.
Y Sung Jong continuó incrédulo a la confesión del gerente mientras la idea de salir corriendo de la oficina pasaba por su cabeza.
Myung Soo le observó con detenimiento y entendió lo que Sung Jong deseaba hacer; así que se le acercó un poco más con la intensión de retenerlo, y tal vez fue demasiado, pues Myung Soo escuchó cómo el menor tragó saliva por el nerviosismo, y el mayor suspiró calmadamente.
—Sung Jong, eres un buen chico —empezó Myung Soo con sus ojos clavados en el rostro del muchacho—, eres amable y comprensivo, también valiente y muy apuesto. Si yo fuera más joven, no dudaría en pedirte que salgas conmigo, pero... en este momento de tu vida, lo más importante es que te concentres en tus estudios. —Y Sung Jong escuchó con suma atención al mismo tiempo que sentía que algo se rompía en su interior—. Tienes que hacer que Woo Hyun, Sung Yeol y Sung Kyu, se sientan aún más orgullosos de ti. Tienes que crecer y disfrutar de tu juventud, salir con tus amigos, conocer a más personas... y, en algunos años, cuando ya sepas lo que deseas en realidad y, si aún sigues enamorado de mí, entonces te pediré que seas mi novio... Te lo prometo.
Sung Jong se quedó pasmado y con el corazón bombeando su sangre a mil por hora, no sólo por el sutil rechazo y la solemne promesa de Myung Soo, sino por el inesperado y dulce beso que de pronto le dejó en los labios, Y aquello, más que resultar en una desilusión amorosa, le dio a Sung Jong la fuerza que necesitaba para trazar un firme objetivo en su vida: ser el futuro esposo de Myung Soo.
—Sé que cumplirás tu promesa —murmuró el menor cuando el otro se separó de su boca, y después lo miró con toda la confianza que pudo albergar en su pecho—. ¡Espera por mí, Kim Myung Soo, y no se te ocurra salir con nadie más! —sentenció envuelto en aires de aplomo. Miró a Kim una vez más y le regaló una brillante sonrisa antes de abandonar la oficina.
El gerente suspiró de nuevo, y también pudo sentir su corazón palpitar como nunca antes lo había sentido, porque, lejos de creer que Sung Jong era tan sólo un "niño", lo cierto era que Myung Soo no tenía idea de cuándo le había comenzado a gustar.

◇◇

Días después, en la gran inauguración del nuevo restaurante, Woo Hyun sorprendió a Sung Kyu con su fiesta de aniversario, y éste no pudo evitar derramar unas cuántas lágrimas por la emoción; era un maravilloso regalo que no esperaba, no cabía duda de que su esposo era lo mejor que le pudo haber pasado en la vida.
Y Woo Hyun se sintió satisfecho, ya que fue algo que Myung Soo y él habían estado preparando por meses. La alegría plasmada en el rostro de Sung Kyu fue lo que más felicidad le dio, pues su vida estaba perfecta tal y como era en esos momentos.

Muchas personalidades fueron invitadas a la celebración, entre ellas, una de las más famosa cantantes del momento, y de la que Sung Jong era un ferviente admirador. El menor de los Lee estaba encantado, no todos los días podía ver a una súper estrella de cerca; aunque la fascinación de Sung Kyu no se quedaba atrás.
—¡Esto es increíble, Myung Soo! ¿Cómo hiciste para que Ailee viniera? —exclamó Sung Kyu con un semblante lleno de sorpresa al mismo tiempo que observaba cómo Sung Jong intentaba acercarse a la famosa mujer con cautela.
—Es un secreto.
—¿¡Bromeas!? ¿Ni por ser tu hermano me lo dirás?
—Justo por eso es que no te lo diré.
Y Sung Kyu hizo pucheros, a lo que Myung Soo no era totalmente inmune, aunque, no se imaginaba tomando sus mejillas como Sung Yeol lo hacía con Sung Jong.
—Iré a ver si Woo Hyun me necesita —dijo antes de comenzar a caminar con apresuramiento.
—¡Myung Soo! ¡Anda, dime! —insistió el menor, yendo traes él por un momento, pero su hermano se esfumó de su vista cuando se perdió entre los demás invitados.
—¡Sung Kyu! —escuchó de pronto, y aquella voz le pareció tan familiar, que su corazón se aceleró por la emoción cuando descubrió a quién pertenecía.
—¡Min Ho! —exclamó Kim con la alegría brotándole por cada poro mientras se le echaba encima a su amigo para abrazarlo— ¿Cómo es que estás aquí? ¡No lo puedo creer!
—Ni yo. Pensé que perderíamos el contacto por completo, pero Woo Hyun me llamó hace poco. Ni siquiera sé cómo hizo para localizarme —explicó el joven con una melancólica mirada—. Ya no pude regresar a Vancouver; mi situación familiar me lo impidió. Tampoco supe lo de tu accidente, de verdad lo siento mucho, Sung Kyu.
—Por favor, no digas eso, lo importante es que ahora estás aquí y podemos ponernos al día con todo lo que nos ha sucedido.
—En eso tienes razón.
—Dime, ¿qué tal te ha ido? Ese chico Tae Min, ¿aún es tu novio? —preguntó con picardía, y notó un hermoso brillo en los ojos de su amigo.
—No. Ahora es mi esposo. De hecho, vino conmigo, pero como es un fan empedernido de Ailee, anda por ahí averiguando si puede obtener su autógrafo.
Y los dos se echaron a reír mientras la fiesta continuaba. La noche era mágica y había mucho qué celebrar.

El Contrato | WooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora