El día que Natalia se le declaró a Alba empezó rarísimo.
A la una de la mañana del seis de diciembre, Natalia se había proclamado primera finalista de Operación Triunfo. Para su gran desgracia, Alba no fue la segunda finalista en pasar, pero Natalia sabía que no tardaría en hacerlo, puesto que la pequeña merecía sin duda un puesto en la final.
Al cruzar la pasarela, no pudo evitar abrazarla con fuerza. Alba correspondió al abrazo de igual manera, sonriendo. Era su manera de felicitar a Natalia por su puntuación perfecta.
Cuando la gala hubo terminado, volvieron, junto con Julia, al Seat que tenía que transportarlas de vuelta a la Academia, donde ya esperaban Marta, Noemí y Ricky, todos listos para el Chat nocturno.
Natalia, vestida de Melchor, no pudo evitar reír al verse en el espejo del pasillo, ya que el traje que le habían puesto no era para nada favorecedor.
Alba, en cambio, vestida de Gaspar, estaba ideal con la peluca pelirroja, aunque tampoco pudo evitar soltar una carcajada al ver su propio atuendo.
Entre risas y divertidos motivos navideños empezó el Chat. En un principio simplemente estaban viendo situaciones que les mandaban los fans y que estaban acompañadas de una reacción en foto o en vídeo de los propios concursantes.
Llegados a un momento de la noche, Noemí puso un vídeo de una chica tocando la guitarra. La canción le sonaba muy familiar a Natalia, que no pudo evitar despegar la vista de Alba para pegarla en la pantalla.
"No puede ser", pensó para sí misma. "Esa canción es mía".
En efecto, una canción a la que aún no había puesto nombre ni había terminado, estaba sonando en aquel salón.
Al acabar, Noemí le comunicó que el cover venía de la mismísima Suecia.
Obviamente Natalia no pudo evitar asombrarse y sonreír ampliamente. Que sus canciones se escucharán en Suecia era una locura, un objetivo que tres meses atrás parecía casi imposible. Pero allí estaba aquella chica sueca, tocando una canción suya.
Y entonces cayó en la cuenta de cual era exactamente la canción. La que había escrito mirando a Alba.
La rubia no pudo evitar preguntar cuál era aquella canción. Natalia no se la había enseñado, se sentía un poco descolocada. Era una canción de amor, que Natalia había compuesto dentro de la Academia, pero no le había dicho nada.
Con tantas dudas en la cabeza y siendo tan tarde, después de despedir a Marta, con gran tristeza, se fueron a dormir las dos, cada una a su cama.
Sin embargo en mitad de la noche Alba se despertó y al no poder dormirse de nuevo se acercó a la cama de Natalia, zarandeando levemente su hombro para despertarla.
- Nat, ¿estás dormida? - Susurró, procurando que nadie más pudiera escucharla.
- Lo estaba, pero ahora ya no. - Gruñó la morena, a lo que Alba solo pudo reír suavemente.
- ¿Puedo meterme en la cama contigo? - Preguntó, a lo que la respuesta de Natalia fue abrir la manta para dejarle un hueco.
Alba se tumbó, mirando hacia la pamplonica. En la oscuridad no se distinguía si tenía los ojos abiertos o no.
- ¿Puedo preguntarte algo? - Volvió a decir en un susurro.
- ¿No puede esperar a mañana? Estoy muy cansada, cariño. - Protestó Natalia.
Alba suspiró.
- Supongo que sí puede.
Entonces Natalia, para sorpresa de Alba, la rodeó con los brazos y la acercó más a ella, quedándose dormida de nuevo en apenas unos minutos.
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the one with the two girls in love
Teen FictionOne Shots Albalia no relacionados entre sí, con distintas tramas. Se aceptan peticiones.