(Este capítulo es para +18, advertidas quedáis. Smut del bueno. Cosas nefandas. Acciones turbias. Vamos, que van a follar, como diría María Villar.)
Las fiestas a las que Alba estaba acostumbrada eran mucho menos mediáticas que la que dieron tras la última gala de Operación Triunfo 2018.
Pero allí estaban ella y sus quince compañeros, junto a los profesores, las familias y a varios artistas famosos que habían sido invitados, todos bailando en una sala de fiestas alquilada.
Sonaban de fondo varios de los temas que habían cantado en las galas y de vez en cuando alguien cantaba por encima a modo de karaoke.
"Crazy" de Natalia empezó a sonar por los altavoces y la susodicha cogió el micro para parodiarse a sí misma en su actuación. Tras un par de minutos se escuchó un aplauso general, al que Alba no se pudo sumar porque se había quedado embobada mirando a su compañera.
No habían tenido aún la oportunidad de mirar sus móviles, pero ya les habían advertido del boom mediático y fan que habían causado fuera. Alba no podía negar que era transparente y dudaba que sus sentimientos por Natalia no fueran visibles en la pantalla, pero no pensó que le dirían que Natalia parecía corresponder dichos sentimientos.
Tal vez era todo un gran malentendido.
Salvo porque Natalia bajó del escenario con los ojos fijos en Alba y se dirigió de inmediato a su compañera.
-¿Te lo pasas bien? - Preguntó la más alta por encima del ruido de "September", que había empezado a sonar unos segundos antes.
- Me lo pasaba mejor cuando no había tanta gente en las fiestas a las que iba. - Confesó, mirando a su alrededor.
- Pues deberíamos salir de aquí, ganadora, y hablar un par de cosas.
Alba no pudo hacer más que asentir y fue Natalia la que tomó su mano y sin mediar palabra con nadie, la sacó de la sala.
Estaban cerca del hotel en el que se alojaban los familiares y los expulsados, y ahora también los finalistas durante unos días, mientras grababan y ensayaban las canciones para Eurovisión, así que pusieron rumbo allí.
Caminaban de la mano por la calle y aunque a ellas les parecía lo más normal del mundo, a la mañana siguiente pudieron comprobar que a la prensa no. Sin embargo, aquella era su noche y no estaban atentas a nada que no fueran ellas mismas.
Llegaron al hotel, donde decidieron que irían a la habitación de Natalia, que estaba en el piso superior y tenía un pequeño balcón.
Aún agarradas de la mano y en silencio, subieron al ascensor.
- Bueno, ¿te han contado algo sobre... el ship? - Tanteó las aguas Alba, mirando a la más alta, que se tocaba el septum, gesto que daba muestra de su evidente nerviosismo.
- Algo he oído.
- Creo que lo mejor será que seamos amigas y...- Natalia se giró hacia Alba al oír sus palabras, y no pudo evitar interrumpirla.
-¿Acaso no somos ya amigas?
- Si, pero me refería a qué...- De nuevo, Natalia volvió a cortar a la rubia.
- A la mierda el ser amigas.
Y la besó, haciendo que su espalda chocara contra la pared del pequeño ascensor.
Alba, que no se lo esperaba en absoluto, respondió con ganas al beso, aferrándose a los extremos de la chaqueta de Natalia, quien puso sus manos en la cara de la más pequeña.
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the one with the two girls in love
Fiksi RemajaOne Shots Albalia no relacionados entre sí, con distintas tramas. Se aceptan peticiones.