Capítulo 1

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Su teléfono vibró con la llegada de un nuevo WhatsApp, miró el mensaje mientras terminaba de vestirse: "no sé dónde coño estás, pero la reunión empieza en cinco "lanzó el teléfono sobre la cama, sabiendo que otro día más llegaría tarde. Nunca en su vida había llegado tarde pero desde hacía unas semanas le era imposible levantarse cuando sonaba el despertador.

-Castle, cariño lo siento, pero no tengo tiempo, así que entretente en el jardín – dijo tirando de la puerta al salir.

La moto atravesaba rauda la ciudad, muchas veces se había dicho la necesidad de cambiar de barrio acercándose un poco más a su puesto de trabajo, pero siempre terminaba convenciéndose que con la moto estaba relativamente cerca, salvo cuando se quedaba dormida, entonces no había forma de llegar a tiempo.

Se sacó el casco y entró a la carrera, observó el piso en el que el ascensor se encontraba y decidió que sería más rápido si subía por las escaleras.

Dejó el casco y la mochila sobre la su mesa y se dispuso a entrar en el despacho dónde estaba teniendo lugar la reunión., golpeó y espero a que desde dentro le dieran permiso para entrar.

-Llega tarde – fue lo primero que escucho nada más cruzar la puerta- Cierre y siéntese – ella obedeció.

Se fijó en los rostros de los allí presentes, algo no iba bien, prefirió quedarse en pie apoyándose sobre la pared del fondo del despacho, cruzando sus brazos sobre su torso.

-Ahora que se ha dignado venir – fue fulminada con la mirada por su jefe- continuemos. Durante las últimas semanas la ciudad ha sido invadida por grandes cantidades de droga, por lo que hemos podido descubrir un nuevo cartel se ha instalado en nuestra ciudad – comenzaba a pasar imágenes en la pantalla- En estas semanas de vigilancia, hemos logrado alguna imagen de varios de los camellos, pero ni una sola imagen de los cabecillas. Lo que sí hemos podido descubrir gracias a la colaboración de la policía de la ciudad de procedencia del cartel es que están muy organizados. El entramado de empresas que han creado ha logrado hacer imposible su destrucción.

-Señor – intervenía uno de los presentes en la reunión- Por lo que se dice en el expediente que nos ha pasado, la mejor manera de acabar con ellos sería lograr desbaratar su red de blanqueo.

-Así es detective Ryan. Debemos lograr pruebas incriminatorias contra los cabecillas y el resto de miembros de la rama económica. Según lo descubierto por nuestros compañeros en la ciudad de origen del cartel, esa rama de la organización tiene por cabecilla a una mujer – Ante la vista de todos aparecía la imagen de una mujer alta, morena, ojos verdes, cuerpo escultural, labios carnosos.

Nada más aparecer aquella imagen en pantalla comenzaron a escucharse cuchicheos en el interior de aquel despacho.

-Oh vamos – soltó ella con un bufido- Es una delincuente, por favor.

-Sean profesionales – dijo el jefe- La decisión tomada por el jefe de policía es la puesta en marcha de un dispositivo de acoso y derribo de este cartel incluyendo la operación la infiltración de varios agentes. Detectives Ryan, Esposito y Beckett, se ha decidido que sean ustedes tres los que se infiltren.

Los tres al escuchar sus nombres se miraron, hacía mucho tiempo que ellos tres habían dejado de trabajar juntos, de hecho el detective Javier Esposito había pasado a formar parte del departamento de homicidios.

La trampaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora