Capítulo 15

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Al grito de Policía e Nueva York tiraron la puerta, sin tiempo para reaccionar Hunter se puso de rodillas cuando advirtió estar en el punto de mira de cuatro pistolas.

-Nicholas Hunter, queda detenido por el asesinato de Johanna Beckett y Javier Esposito, así cómo por el intento de asesinato de Kevin Ryan – Hunter sentía como sus muñecas eran atrapadas por las esposas de la policía.

Los días posteriores a la investigaciones que llevaron a cabo sobre Akiro fueron los más duros para ambas, pese a los intentos que la detective hizo para hablar con Alex aquello nunca llegó a suceder.

Los días se convirtieron en trabajar, comer, trabajar, sacar a Castle a pasear y silencio. Silencio sólo roto cuando tenían algo que comunicarse sobre las investigaciones. Alex le tendió una dirección.

-Hunter está ahí – tras aquello continuo revisando unos documentos.

-¿Me darás ahora el nombre? – Alex la miró y negó mientras cerraba el portátil.

-No eres tú quien recibirá esa información- Le dijo mientras se ponía en pie- Recoge tus cosas, aquí hemos terminado mañana regresaremos a la ciudad – Kate la miró sorprendida- Termino de enviar toda la investigación a la persona indicada.

-Qué has hecho ¿qué? – Dijo totalmente ofendida- Pensé que sería yo la que decidiría qué hacer con todo esto.

Alex sonrió – No querida, lo siento pero no me fio de ti. La información está en las mejores manos, la persona que la ha recibido sabrá qué hacer con ella – Su cabeza se giró por el golpe recibido. Kate la golpeó con furia al escuchar aquello.

-¿Que no confías en mi? – Alex sujetó las manos de la detective.

-No, desde que nos conocemos has jugado conmigo, ¿por qué ahora sería diferente? Recoge tus cosas, saldremos a primera hora – soltó las manos de Kate y se dirigió hacia su dormitorio cerrando la puerta tras de ella.

Kate se dejó caer sobre el suelo, las lágrimas bañaban su rostro, le dolía demasiado todo lo que sucedía con Alex, le dolía porque pese a todo continuaba enamorada de ella, y se moría al sentir como la indiferencia crecía en la mujer que amaba.

Lloraba sintiendo que no podía culparla, se lo había ganado a pulso con su engaño, Alex tenía razón, Kate siempre supo quien era la mujer a la que trataba de acercarse, Alex nunca la engañó. Se puso en pie siendo consciente de que todo entre ellas había terminado, y sintiendo que esa vez sería incapaz de renacer.

Sintió los primeros rayos de sol en su rostro cuando aún Morfeo no había llegado hasta ella, golpeó con rabia la almohada, era la hora de levantarse, con pasos dudosos se dirigió hasta el baño suplicando por que el agua arrastrase su dolor.

Llegó hasta la cocina con la máscara puesta, no iba a dejar que Alex viese su destrucción, prefería que continuase creyendo que todo lo que vivieron no había sido real.

Alex le tendió la taza de café como hacía cada día- Voy a ir metiendo mi equipaje en el coche – le dijo sin tan siquiera mirarla - ¿Tienes todo listo?

-Sí, cuando me tome el café lo llevaré hasta el coche – vio como Alex se perdió en el interior de su dormitorio y entonces dejó escapar un suspiro.

La trampaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora