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Sentado junto a la ventanilla del avión, este acaba de despegar. El día estaba algo nublado y pronto empezamos a rozar las nubes. No podía mirar el teléfono, esta vez no viajábamos en un avión privado, y nos habían obligado a no tener encendido ningún aparato eletrónico. Me encotraba junto a Gil, que se estaba peinando el pelo con las manos en un intento de alisar un mechón de cabello que se había ondulado demasiado.
—¿Desean algo?— Me pregunta una mujer bastante joven, una azafata que sujetaba con sus manos un carro en que llevaba una cantidad algo exagerada de botellas de agua. Estaba sonriendome, hasta que me quité las gafas de sol que llevaba puestas y le miré. Entonces hizo una mueca de desaprovación.
—No, ahora mismo no, gracias.— Dije, mi voz era aún más grave devido a mi dañada garganta, la cual realmente se habia recuperado casi del todo. Gil miró el carro.
—Una de esas.— Le dijo a la mujer, que le dió la botella rápidamente y agarró aún más fuerte su carro.— Gracias.
—De nada.— Murmuró acelerando el paso.
—¿Qué coño le has hecho?—Me dice Tyler, que estaba en los asientos de al lado sentado junto a Paul; John estaba detrás de nosotros, dormido.
—¿Por qué dices eso?— Digo frunciendo el ceño.
—Se ha ido como si hubiera visto un fantasma.— Explica.
—Ya sabes como es la gente.— Murmuré mirándo a otro lado. Aquella noche, habia podido dormir a penas dos horas y me moría de sueño, pero el pensamiento de ver a Johnny para más salir del avión me mantenía despierto en esos momentos.— Por cierto, ¿a donde vamos?— Dije, con la emoción contenida por ver al actor, siquiera miré a donde me dirigía.
—John, no deberias estar utilizando el teléfono.— Le dice Gil girándose para poder mirar a su compañero.
—Estoy hablando con Charlotte.— Dijo sin levantar la vista del aparato que agarraba con fuerza mientras escribía.
—¿Como se encuentra?— Pregunté volviendo a ponerme las gafas de sol. En el reflejo puse percatarme de que debería haberme afeitado aquella mañana antes de salir, me había crecido un poco de barba durante aquella semana.
—Aún está esperando que llegue su avión, está nerviosa, no le gusta mucho viajar en estos cacharros.— Yo no dije nada más durante todo el viaje, me limité a cerrar los ojos bajo mis gafas de sol y intentar descansar antes de ver a Depp.
Una vez fuera del avión, tras haber volado durante un día entero, agarré mi maleta con fuerza. No me gustaba aquel lugar, estaba lleno de gente, era agobiante. Si, parece irónico siendo alguien que da conciertos, pero es diferente estar en un escenario a estar dentro de una masa de gente. Lo bueno era que soy bastante algo y no me pierdo facilmente. Miré hacia los lados, intentando buscar a Johnny con la mirada.
