11- Dolor

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Solo queda un día para el juicio, y yo no estaba precisamente tranquilo

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Solo queda un día para el juicio, y yo no estaba precisamente tranquilo. Tenía que pararme demasiadas veces a respirar cuando caminaba y sentía pequeños pinchazos en el corazón. No le he dicho nada aún a John, no quiero que se asuste por una tontería. Y seguramente sea algo que pase rápido, voy a tener bastante tiempo de descanso. No tendré que moverme. Solo tendré que seguir pensando en nuevas canciones para un nuevo disco, el cual llevaba anunciado desde el año pasado.
Hace unos meses que hablé con Twiggy, ganó el juicio. Aunque aún no puedo perdonarle lo que hizo. No me lo esperaba. Hemos hecho cantidad de cosas juntos desde que éramos nada más que dos jóvenes que hacían un par de canciones de mierda para contentar a un público de mierda.
Ahora, si todo sale como lo hemos planeado, el disco saldrá en una fecha aproximada de la semana de Navidad.

-Buenos días.- Susurró John pasando su brazo alrededor de mi cintura, sonriendo.
Depp se acaba de despertar, y lo que no sabía es que yo ya llevaba un par de horas despierto, sin poder levantarme de aquella cama. No lo entendía, hace dos semanas me encontraba perfectamente. Pensé que tras el dolor de garganta mi cuerpo me dejaría en paz. Aunque claro, no podía comparar un dolor en la garganta con un dolor en el corazón y asfixia.

-Buenos días.- Le dije a Johnny mirándole. Su gran sonrisa y sus ojos cansados me hacían sentir culpable por no decirle nada. No quería que se sintiese mal, acababa de deshacerse de casi todo su dinero, algo que no esperaba que ocurriese nunca, y parecía feliz.- ¿Has dormido bien?

- Perfectamente.- Contestó dandame un beso en la mejilla. Luego se restregó los ojos con las manos y se desperezó. -¿Qué vamos a hacer hoy?- Preguntó mirándome.

-Tengo que ir con Tyler a comprar un par de cosas esta tarde.- Mentí. Anoche llamé a Tyler por teléfono y le conté lo mal que me sentía y él se ofreció a llevarme al médico después de recoger su guitarra, la cual se había dejado hace unos días en el backstage.

-¿Tardarás mucho?- Preguntó agarrando el paquete de tabaco que había dejado la noche anterior en la mesa de noche.

-No lo se.- Contesté.- Te mandaré un mensaje cuando venga de vuelta.

-Ey.-Dijo sentándose a mi lado mientras sujetaba el cigarro con la mano.- ¿Te encuentras bien?- Depp estira el brazo para agarrar un mechero y prende el cigarro.

-Si, ¿por qué lo dices?- Miento de nuevo.

-Te noto algo raro.- Dijo llevandose el cigarrillo a los labios. Luego se acercó a mi y dejó salir el humo por la boca.

-Estoy bien.- Insistí.- Creo que voy a dormir un poco más.

-Vale, entonces voy a tomar un café y luego vuelvo.

-Hasta luego.- Digo sonriendo. Johnny se despide dandome otro beso y empieza a vestirse. Luego, sale por la puerta.
Yo abro los ojos y me quedo mirando la pared, pensando en como iba a levantarme de allí.
Empecé intentando incorporarme y tras muchos intentos lo conseguí, luego, tras quejidos ahogados terminé poniendome de pie.

-Manson, ¿cómo te encuentras?- Pregunta Tyler. Habíamos quedado junto con los demás chicos para comer en el bar del hotel. Yo y Bates estabamos en la barra, alejados de Johnny, John, Gil y Paul.

-He tardado media hora en levantarme de la cama.

-¿Te duele demasiado? Podemos ir ahora y no esperar hasta que sea medio día.- Dice, los mechos rubios de su pelo se escapan de su oreja y caen hacia delante.

-No, le he dicho a Johnny que iríamos esta tarde, y eso haremos.

-¿Se lo has dicho?

-Bueno, no exactamente.

-¿Qué le has contado exactamente?

-Dije que ibamos a comprar algo.

-¿Por qué no le has dicho que ibamos al médico?

-Ya te lo dije ayer, no quiero que se preocupe.

-¿Y si pasa algo grave? No sabemos si esto puede ir a peor.- Dice haciendole un gesto a la camarera para que se acercase.- A ver, no quiero que te ocurra nada, ni mucho menos que esto se vuela algo grave.- Añade.

-Si, si, tienes razón. Pero, si al final no pasa nada, no quiero que se quiebre la cabeza, ya sabes como es.- Dije, aunque ahora no estaba muy seguro de si esconderselo a Depp había sido la mejor idea. Aunque ya no podía hacer nada, ya le había mentido. Así que preferí callarme.
Al cabo de una hora Tyler se fué de la mesa al terminar de comer, el teléfono le había sonado y debía responder la llamada.
Al volver me miró, y no dijo nada sobre qué era lo que le habían contado. Aunque, para mi suerte, la intriga no me duró mucho.

-¿Nos vemos luego?- Me dice Johnny abrazandome. Tenía cita con el médico en media hora y Tyler ya estaba esperandome en un taxi en la entrada del hotel.

-Si. No tardaremos mucho.- Contesté, aunque no tenía ni idea de cuánto tardaría.- Hasta luego.- Dije abriendo la puerta.

-Brian.- Se precipita a decirme. Yo le miro.

-Dime.

-Te amo.- Dice sonriendome. Aquella sonrisa me hizo sentir mal. Me destrozó. Y se que iba a destrozarle si descubría que le había mentido.

-Yo también te amo.- Dije forzando una sonrisa y salí rápidamente de la habitación.

Una vez en el taxi me quedé mirándo a Tyler, nervioso. ¿Y si llamaba a Johnny para contarselo? No, no podía. Tenía que alejar aquella idea de mi cabeza lo antes posible. Cosa que no era muy fácil, el dolor del pecho me lo recordaba cada milésima de segundo.
Tardamos en llegar unos quince minutos. Y tras pagar al taxista, nos precipitamos a entrar en el hospital.

-Buenas tardes.- Nos saludó el médico que había dentro de la consulta. Su voz era fría y cortante, con cara de no tener muchos amigos, o simplemente de no haber tenido un buen día.
Este me hizo un par de pruebas, radiografías, y medida de tensión y pulso. Ya había pasado casi una hora y media cuando terminamos.
Por suerte, no me detectaron nada en las radiografías. Me dijo que la molestia que sentía era de que mis pulmones no funcionaban correctamente, nada grave. Me recetó un par de inhaladores para abrirme los pulmones. Ahora si que me sentía como un viejo de setenta años, y Tyler era mi hijo.

-¿Ves? No era nada.- Dije.

-Cállate y vamos a la farmacia.- Me dice.- ¿Qué le vas a decir a Johnny cuando te vea aparecer con el inhalador?

-No se qué es lo que le voy a decir. Ya se me ocurrirá algo en el momento.- Mierda, no había tenido aquello en cuenta.
Al salir de la farmacia no dudé en usar el inhalador inmediatamente. Aquello fue lo mejor que me había pasado en toda la tarde. Sentí que el dolor del pecho se reducía poco a poco y podía moverme libremente, una sensación que hacía días que no sentía.

➼ωє∂∂ιиg║נοнииιℓγиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora