6.- Televisión

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Diez de la mañana, esperaba impaciente al abogado

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Diez de la mañana, esperaba impaciente al abogado. Para variar, no había pegado ojo. Hace poco que hablé con Brian, aún tenía la voz hecha un asco, pero parecía bastante mejorado.
Me había vestido con unos vaqueros ajustados y una camiseta blanca de tirantas que dejaba ver todos mis tatuajes. No llevaba ningún anillo, no me apetecía. Solo me había quitado em pijama para estar algo mas arreglado para cuando llegase el abogado.
A las diez y cuarto alguien llamó a la puerta de la habitación.

-¿Señor Depp?- Oí la voz de Saul tras la puerta y me acerqué a ella para dejarle pasar.

-Puedes llamarme Johnny.- Me impresioné cuando ví que la voz de aquel chico aparentaba muchos más años que su físico.-Hijo, ¿cuántos años tienes?- Pregunté frunciendo el ceño.

-Treinta recién cumplidos.- Respondió pasando bajo el marco de la puerta junto con un maletín de color negro.- Pero no se preocupe, señor, tengo bastante experiencia, no le daré problemas.- Se apresuró a decir.

-Más te vale.- Dije forzando una sonrisa.- Puedes sentarte allí.- Añadí señalandole la mesa, la cual ahora estaba ordenada.

-Empecemos...- Una vez contado todo lo que tenía que contar y preparada la defensa, le invité a un café, por lo visto no había desayunado nada antes de venir, y yo no tenía más ganas de seguir en aquella pequeña habitación.

-¿Cuánto tiempo llevas trabajando de abogado?- Pregunté mientras caminaba a su lado con las manos en los bolsillos.

-Siete años.- Respondió. Yo enarqué las cejas.

-Normalmente a las personas de tu edad se les ve trabajando en bares, restaurantes, o algo por el estilo. Es complicado imaginar a esas personas con trabajos, ¿como decirlo? Serios.- Dije sorprendido.

-Supongo, pero es a lo que me quería dedicar desde pequeño.- Dijo mirando al suelo mientras andaba, en ningún momento hizo contacto visual conmigo.- Mi madre siempre decía que yo nunca iba a hacer nada productivo y mírame ahora, ¡soy el abogado de uno de los más famosos de Hollywood!- Añadió sonriendo.

-El más famoso.- Bromeé mirándole fijamente con el rostro serio y fruncí el ceño. El chico me miró apretando los labios, temiendo haber dicho algo malo. Yo solté una leve risa.

-Creo que es una pregunta algo personal, pero no tengo ningún tena de conversació ahora mismo...

-Dime, hijo, no te preocupes.- Le dije mirando a mi alrededor.

-¿Tienes pareja actualmente?- Soltó y yo volví a dirigir mi mirada hacia el, un escalofrío me recorrió el cuerpo y mis mejillas se tornaron de un color rojizo al recordar a Brian.

-Si.- Respondí tras carraspear un par de veces. Intenté no sonar demasiado nervioso.

-Eso es genial. Quiero decir, me alegra que hayas podido pasar página después de todo y retomar tu vida.- Dice.

Llegamos a la cafetería después de unos siete minutos y seguimos hablando un poco más sobre el caso. Luego, el dijo ser un gran admirador de mi trabajo como integrante de Hollywood Vampires y podido hablar de otra cosa que no fuese Amber.

Una vez yo de nuevo en mi casa le mandé un mensaje a Brian para preguntarle como se encontraba, a lo que el respondió positivamente. Me alegré mucho de ello, sonreía como un estúpido imaginando que por fin volvía a tenerle a mi lado. Aunque aún quedaban dos días más antes de eso, y tenía que aprovecharlos para terminar de grabar, así que decidí echarle un vistazo a aquel guión que ya me sabía de memoria.

-¿Quieres pizza? Yo invito.- Me ofreció Eddie, el cual se había venido a mi habitación tras la grabación. Ninguno de los dos nos habíamos quitado el maquillaje, y si por mi fuera tampoco nos hubiésemos quitado la ropa del rodaje, estaba exhausto.

-Si tu invitas, me parece bien.- Respondí dejando escapar una leve sonrisa.

-Estupendo, ¿de que la quieres?

-Me da igual, todo está bien.- Dije dejando caer mi pesado cuerpo sobre la cama.
Tras hacer la llamada, y esperar media hora, la pizza estaba encima de la mesa. Yo me levanté bruscamente para ir a la pequeña cocina a buscar un cuchillo, la pizza no venía cortada. Mientras, Eddie estaba lavandose las manos en el baño. Abrí uno de los cajones del mueble de la cocina y agarré el primer cuchillo que vi. Luego, volví a la mesa en la que Eddie ya estaba sentado.

-¿Te parece bien si enciendo la televisión? Así quizá podemos sacar algún tema para hablar.- Le pregunté a Eddie enarcando las cejas.

-No hay problema.- Respondió empezando a cortar la pizza.

-A Brian le gusta la pizza.- Solté sin pensar. Luego fruncí el ceño ante mi comentario sin sentido.

-Creo que le echas de menos.- Dijo tras tragar el trozo de pizza que había mordido.

-Bastante.- Dije. Estaba cambiando tranquilamente de canal en la televisión cuando escucho decir mi apellido en una de las cadenas y retrocedo un par de ellas hasta dar con un hombre anunciando algo.

-El famosísimo actor de Hollywood, Johnny Depp, mejor conocido por su personaje estrella Jack Sparrow, parece no cansarse de recibir numerosas denuncias de diferentes personas.
Esta vez, la historia vuelve a repetirse tras bastante tiempo atrás: La actríz Amber Laura Heard, mas conocida como Amber Heard y por ser la exmujer de dicho actor, vuelve a declarar acusaciones de maltrato doméstico contra ella...- No aguanté más y decidí cambiar de canal inmediatamente.

-John...- Empezó a decir Eddie tras medio minuto de silencio.

-Déjalo, Eddie. Sabía que esto iba a ocurrir desde que lo vi en ese estúpido periódico, ¡desde aquellos putos mensajes!- Empecé a levantar el tono de voz. Respiré hondo e intenté calmarme.- No me apetece comer ahora mismo, puedes quedarte esta noche aquí, o simplemente terminar de cenar e irte a tu habitación. Solo, no me despiertes, ¿de acuerdo?- Eddie me miró dejando el trozo de pizza en el cartón de la caja para beber un poco de agua.

-No creo que sea buena idea dejarte solo.- Dijo con voz preocupada.

-Como quieras, Eddie. Hasta mañana.- Contesté suspirando y echando la sabana hacia atrás para poder tumbarme e intentar dormir.
Mis intentos de descansar fueron totalmente en vano, salvo las últimas cuatro horas. Me desperté con un mensaje de buenos días de parte de Brian y con mi amigo pelirrojo dormido en el sofá.
El resto de la semana fue bastante monótona, a penas dormí, lo único que hacia era darle vueltas a la cabeza y comer lo poco que me entraba en el estómago. Lo único bueno fue que conseguimos terminar el rodaje y ya podía olvidarme de aquel proyecto.
Mantuve el contacto con Saul, mi nuevo abogado, y estuvimos comentando la información que se había dado en la televisión sobre aquella nueva situación de abuso doméstico.

Tras aquellos dos últimos y agobiantes días de insomnio y preocupaciones, al fin me encontraba en el avión, en unas horas volvería a ver a Brian, quizá me sentiría un poco menos agobiado en su compañía, entre sus brazos.

➼ωє∂∂ιиg║נοнииιℓγиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora