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Una vez en California, con unas cuantas copas de más, llegamos a un pequeño hostal de la ciudad de Los Ángeles. Las habitaciones eran mucho más grandes que las de Houston. Y había dos camas en cada una. Yo y Tyler dormimos en la misma habitación, Gil y Paul en otra, y John en otra en la cual dejó que durmiese Charlotte. Todos miramos a John cuando nos dijo que iba a compartir habitación con aquella chica, la cual era veinte años menor que el. A mi no me agradaba demasiado la idea de dormir con Tyler en la misma sala. Pero, como Depp no estaba, y tenia bastante confianza con Bates, aquello fué lo que decidimos. El próximo show era en el KNOTFEST, mañana. Donde tocamos el año pasado. Y durará tres días y los dias restantes estaremos en una firma de discos junto a Ozzy, con el cual coincido en casi todos los conciertos que hago, es un buen tipo.
Al día siguiente toda la banda estaba de camino a San Bernardino. Twiggy ya estaba allí, gracias a Tyler.
-¿Quieres algo de beber?-Me preguntó Gil mientras miraba por la ventanilla del coche, John iba al volante.
-No, no quiero nada. ¿Teneis agua?- Los chicos rieron.
-¿Estás de coña, verdad?¿Agua?
-Creo que no te ha sentado bien aquel golpe de calor.- Vaciló John. Le miré frunciendo el ceño, molesto.
-No estoy de coña, Gil. Hago esto por Depp.- Dije mirándo mi lentilla blanca por el retrovisor.
-Ya está de nuevo. Él y su princesa.
-No le llames así, Gil. Vuelve a decirlo y te bajas del puto coche.-Le advertí.-No quiero empeorar, y si yo empeoro, la banda empeora, ya hemos tenido que cancelar muchos jodidos concientos por mi puta culpa.
-Haces bien, Brian.-Me dice Tyler sonriendo. El siempre ha estado muy pendiente de nosotros dos y nos ha apoyado en todo, es un buen tipo.
Una vez en el backstage busqué a Ozzy para poder saludarle. Tras hablar un poco, volví con Tyler para que nos empezaran a maquillar, quedaba una hora para que comenzara el show. Pasados cuarenta minutos y todos estando maquillados, me asomé por una de las esquinas del escenario. Estaba totalmente lleno.
-Quedan cinco minutos.-Dijo un chico que llevaba un portapapeles en sus manos y un pinganillo. Quedaban cinco minutos y no había conseguido ver a Twiggy. Antes de ir a preguntar por el, el bolsillo trasero de mi pantalón vibró, un mensaje. '¿Como va todo? Espero que todo esté yendo bien, ¿y los chicos? Te echo de menos y aún no ha pasado ni tres días. Te quiero' Era de Johnny. Aquello me hizo ronreir. Y, feliz, empecé a buscar a Twiggy.
Terminado el concierto fuimos a una pequeña taberna junto con Charlotte, que se había teñido de negro el pelo, parecía una chica totalmente diferente. Ella me saludó, y yo le devolví el saludo. Me dolía la garganta y terminé bebiendo un café mientras los demás se hartaban de copas. Aunque, nada mas noté que mejoraba un poco, decidí estúpidamente beber whisky. Al día siguiente no podía hablar, estaba afónico. Aquello no iba bien, no iba nada bien. Esa noche teníamos un concierto y se tuvo que cancelar. Por la tarde, sin saber como, algunas personas que iban a ir al concierto, se plantaron en la puerta del hotel, empujando, gritando. Tuvieron que intervenir dos pares de guardias.
