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Miró por todos lados sin ver a nadie, entre cerró los ojos confundido, estaba muy seguro de haber escuchado su voz.

– ¿Qué haces aquí?

Inmediatamente volteó hacia las ramas del árbol viéndola sentada en la rama más gruesa y alta, aferrándose al tronco negándose a bajar, con el ceño fruncido y el cabello despeinado probablemente por el esfuerzo de correr y trepar el árbol.

– Baja, te lastimaras

– ¿Más de lo que tú ya me has lastimado? –pregunto dolida sorprendiéndolo

– ¿Quién fue el que recibió un golpe del otro? –señalo su mentón

– Te lo merecías

Gally llevó sus manos a su cintura suspirando de fastidio mientras la miraba de forma reprobatoria, le hizo una seña para que bajara de ahí.

– No lo repetiré, baja de ahí

– ...No puedo...

– ¿Qué?

– Se como subir pero no puedo bajar

Al segundo después el alto se estaba retorciendo de la risa agarrándose con una mano el estomagó y con la otra se apoyaba en su rodilla, ella se sonrojó sintiendose ridícula y avergonzada por habérselo confesado, Gally se trató de calmar y la miro burlón.

– ¿Quién no sabe bajar árboles? –se rió una vez más

– ¡Yo! –Se mordió el labio interior para calmar su verguenza y saltó de la rama aterrizando sobre la espalda de Gally el cual dejó escapar el aire cuando su estomagó golpeo el suelo– ¡Hm!

Se levantó indignada e inició su retorno al área y casi se cae cuando el alto le agarró la pierna evitando que se fuera. Toda su valentía se evaporó y se encogió de hombros esperando la reprimenda.

– Casi..me matas –respiró hondo

– Pero sigues vivo –dijo con inocencia

– No puedo...respirar...normal

– ¿Quieres respiración boca a boca? –pregunto alzando una ceja

– ¿Qué? –se alejó de ella levantándose del suelo– Vas a pagar por esto

– Lo estaré esperando –le dio la espalda y se fue

Él por su parte gruño frustrado pasando una mano por su cabello.

Consideró dejarla ir y no volverse a cruzar jamás pero las palabras de Alby rondaban en su mente y con un grito corrió hacia ella. La chica al verlo acercarse a toda velocidad empezó a correr alejándose de él, a unos metros adelante la acorralo entre un árbol y él. Ella se pegó al árbol como si quisiera fundirse con el cerrando los ojos con fuerza esperando algún golpe o grito pero nada de eso paso.

– Abre los ojos –le ordenó con voz suave sorprendiéndola pero aún así no lo hizo– Hazlo

– ¿Me vas a golpear? –se atrevió a preguntar

– ¿Por qué tendría que hacerlo?

– Por que salté sobre ti y luego viniste a mi corriendo enojado

– No estoy enojado y tampoco te voy a golpear

Poco a poco fue abriendo los ojos hasta ver el rostro calmado de Gally, busco algún indició que le dijera que estaba enfadado pero no lo encontró así que bajo la guardia tranquilizándose y sonriendo levemente.

– Lo siento, por casi matarte

– Más te vale no volverlo a hacer –ella río asintiendo

– Esta bien

El Secreto Del Área [Newt, Gally] En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora