Te odié hasta desearte

Capítulo 8

A las nueve y media me peino y me visto,voy andando a la cafetería Ballard donde trabaja James y justo a las diez estoy en frente de la cafetería esperando a que James salga, es raro pero es la primera vez que estoy impaciente por ver a James.
Cuando sale y me ve se acerca a mí.

— ¿Que es eso que tienes que contarme? –Pregunto impaciente–

— Te veo impaciente –Rie– ¿Que te parece si te lo cuento cenando tranquilamente? Son las diez y no sé tú pero yo tengo hambre

Me quedo mirándolo sin saber bien que responder, se me hace muy raro ir a cenar con el chico al que hace poco tanto criticaba y al que odiaba, ahora creo que no lo odio, es simpático o eso es lo que muestra todo el rato.

— ¿Jessica? Oye si no quieres no te sientas obligada , puedo contartelo ahora y te podrás ir a casa.

— No tranquilo, iremos a cenar

— Sí – Digo caminando hacia delante y el se queda ahí parado extrañado– vamos tengo hambre – Río–

— Oye esperame –Dice riendo y alcanzandome– ¿Dónde quieres ir?

— Tengo ganas de pizza ¿que te parece si vamos al Domino's?

— Me parece genial – Ríe–

Vamos al Domino's y por el camino hablamos de lo torpe que es estudiando y sobre qué tal le va en el trabajo,el trayecto se nos haces corto, y por primera vez mantengo una conversación fluida con James.
Cuando llegamos nos sentamos en una mesa y pedimos la pizza, estaba tan distraída hablando con James que se me había olvidado por completo porque había venido, hasta que de repente James lo menciona.

—  Jessica lo que quería contarte es sobre tu hermano –Dice serio– antes de nada quiero decirte que yo no tengo nada que ver con eso

— ¿Que quieres decir? ¿Le ha pasado algo a mi hermano ? –Pregunto asustada–

—No, tranquila, lo que quiero contarte es sobre ayer, cuando volviste a casa tú hermano venía de una pelea,pues yo quería contarte en lo que está metido

Asiento con la cabeza y James se queda unos minutos pensando, supongo que estará pensando en cómo contármelo, James abre la boca para hablar pero yo lo corto antes de que pueda decir nada.

— No me lo cuentes aún, me gustaría cenar tranquila, si me lo cuentas ahora se me quitará el hambre.

James me mira y asiente con la cabeza, entonces cambia de tema para liberar tensiones y supongo que para hacerme sentir mejor y me cuenta una anécdota suya de cuando era pequeño que me hace reír , nos llega la comida y seguimos hablando plácidamente mientras cenamos.

......