La mirada no se salía de esa pantalla con números marcados, dirigía su dedo índice para poner al símbolo de marcar, pero siempre sé detenía. Jungkook estaba indeciso con respecto a marcar o no a Jung Hoseok.
Por fin se decidió a llamarlo y pedirle que salieran juntos. Era lo más valiente que había hecho en toda su vida, Jungkook no era de las personas que se declararan o dieran elogios cada dos minutos. Es más, jamás los había hecho. Pero algo lo incitó a hacerlo.
Y aquí estaba, con las manos sudando y sus piernas temblando.
Invitó a hoseok a un pequeño lago donde podía rentarse un bote y remar, al principio pensó que no sería algo muy cursi, pero el haber traído una canasta de comida y una flor que compró en un lugar especial, no era del todo normal, por así decirlo.
No llevaba mucho tiempo en ese lugar y ya estaba arrepintiéndose, quizás Hoseok no llegaría, lo más probable es que lo dejaría plantado por ponerlo en una situación ridícula.
Una mano en su hombro le hizo dar un pequeño salto y dar la vuelta.
Ahí estaba su castaño, tan hermoso como siempre, seguro estaba con una expresión de idiota viendo la perfecta cara del contrario, pero no se podía culpar, Hoseok era estúpidamente guapo.Le regaló una sonrisa y extendió su mano derecha con la flor, el castaño la recibió con una sonrisa de oreja a oreja, el menor era tan tierno.
Después de una discusión amistosa sobre el sol y lo molesto que aveces era, decidieron ir por el bote.
-Hyung, le digo que se suba usted primero, yo lo empujare.
-Niño listo, y cómo piensas subirte ¿Volando?
El menor soltó una risita apenas audible.
-Claro que no, pero no se irá el bote si agarra la soga.
Eran breves peleas que tenían, incluso parecían una pareja que debatía cada momento, pero con mucho amor.
Sin embargo esta idea llegó a Hoseok, él no estaba ahí para enamorarse cada vez más de el chico, debía enamorar a Jungkook para romperle el corazón.
Pero a este paso ya no sabía quién se lo rompería a quien.
Ambos remaban, pero uno quería ir a la fuente central y el otro a la cascada en el fondo.
-Jungkook, sí vamos al final tendremos que remar de regreso y eso no me da mucho animo.
-Pero el agua de la fuente es verde.
-Yo veo que las personas entran sin problema.
- Hoseok..... No hay nadie. Somos los únicos aquí.
-No entiendo, el lago tiene agua cristalina y perfecta, los árboles hermosos y el pasto muy bien podado, para nada seco.
-Lo sé, me desilusiona, pero.... Insisto, debemos ir a la cascada.
-Esta bien, pero la próxima vez que salgamos yo elegiré el lugar. -Continuó remando cómo si no hubiera insinuado que volverían a salir.
Llegaron a la rocosa orilla, y dejaron amarrado el bote a una filosa piedra.
Ambos se quitaron la ropa dejando sólo su traje de baño. Hoseok fue el primero en entrar a esa lluvia de golpes de agua.
Jungkook no podía siquiera avanzar pues estaba embobado, el mayor tenía el cuerpo levemente marcado y bronceado. Era perfecto.
- ¿No vienés Jungkook? - Hoseok sacudía inútilmente su cabello bajo el agua, sacando de su transe al menor.
A pesar de lo fría del agua, fue suficiente para calmar al pelinegro un poco.
La cercanía de sus cuerpos ponía a ambos nerviosos, inconscientemente se iban acercando, parecía que ninguno de los dos quería admitir que deseaban estar más cerca, pero ni locos se lo dirían. El sonido del agua cayendo era suficiente para aturdir a los dos, daban pasos pequeños estando tan cerca.Demasiado tentador, Jungkook se inclinó un poco, debía de probar el sabor de sus labios, tenía que saber qué tan suaves eran, sólo un poco.
-Creo que deberíamos volver.
Fue Hoseok quien rompió la tensión. Se alejó con toda la fuerza que le quedaba. Pero no tenía que besarlo, no podía, simplemente debía enamorarlo, no besarlo. El no debía sentir, no se tenía que permitir quererlo sino es qué ya lo hacía.
Volvieron al bote, la tensión era horrible, pero ninguno de los dos decía nada.
-Vamos a buscar un lugar con sombra para comer ¿de acuerdo?.- Fue Hoseok quien hablo.
Jungkook solo asintió un poco decepcionado por lo que antes había pasado.
Encontraron un lugar perfecto para comer, bajo un árbol.
Hoseok tenía que mejorar lo que había destruido, no podía besarlo, pero nadie decía de elogiarlo.
-La comida esta increíble.
- Gracias, la preparé con ayuda de mi abuela.
-Me encantaría conocerla, seguro que es tan dulce cómo su nieto.
Jungkook se sonrojó un poco, desvío la mirada y tomó una fresa. Hoseok miraba intensamente al pelinegro que ya estaba del mismo tono que el fruto.
-¿Sabes que eres hermoso cuando te sonrojas?- Su codo se apoyó en la rodilla, su barbilla sostenida por su mano. La sonrisa angelical que le dedicó fue la gota que derramó el vaso, pues Jungkook casi se ahoga mientras comía. Hoseok rió un poco y eso no ayudó a la cordura del menor.
-N-no digas eso.
-¿Por qué?, es la verdad, es muy pronto pero...enserio me atraes mucho.
Comenzó a acercarse y lograr ponerse a su lado, Jungkook estaba tan nervioso pero por nada del mundo se quitaría de ahí.
-¿E-enserio?
Su corazón latía muy rápido, estaba tan emocionado, que pensaba que se desmayaría.-Vamos Jungkook, eres una increíble persona, atractiva y .... ¡ah enserio, me estoy volviendo loco!.
Volvió a sonreírle, Jungkook estaba volando y necesitaba aire, no estaba razonando todo e iba caer.
- Hoseok...yo..
Hoseok se acercó a sus labios, sabía que no tenía que besarlo, pero no estaba pensando muy bien, iba a perder la cabeza si no los probaba.
Cerró sus ojos fuertemente, era tan difícil alejarse, pero lo hizo una vez razonó lo que estaba apunto de hacer.
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¡¡No me beses!!
FanficHoseok. Un demonio que tiene como objetivo romper corazones, pero eso cambia cuando conoce a Jungkook, un chico que le hace sentir mariposas en el estómago. Su único propósito, no saltar a sus brazos y besarlo. -¡No me beses!. 🎈 Historia comple...