Día 3.

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10 de Diciembre de 2022.

"¿Tú planeas ser feliz mientras me rompes el corazón?"

Día 3.

Erick está en su oficina, escribiendo con velocidad en la computadora. A su lado, en una parte de su escritorio, él tiene una taza con un café muy cargado, necesita estar despierto ya que no pudo conciliar el sueño en toda la noche, así que esa fue la solución que se le ocurrió.

Sus verdes ojos están rojizos, lo cual llamó la atención de sus compañeros aunque ninguno se atrevió a preguntar que le había pasado. Ninguno tuvo el valor de hacerlo, es decir, en realidad nadie se le había acercado pues tenía una apariencia de querer matar a todos ahí.

Dejando de un lado eso, Erick agradece el no haberse encontrado con Johann por el camino. Él no sabe como verlo ahora, se muere de la vergüenza con tan sólo pensar en lo que le hizo al pobre chico ayer. Es claro que Johann no se merecía eso en lo absoluto. Él le ha ofrecido su apoyo y Erick solamente corrió como todo un completo cobarde, abandonándolo y deshaciéndose de él ahí mismo en el restaurante. Johann en definitiva no merecía aquello, no él.

Está consciente de que el huir y dejar solo al castaño no fue la opción más correcta, al contrario, fue todo un acto de cobardía. Él sencillamente pudo irse con el chico a otro lugar y ser consolado por él, no dejarlo ahí completamente solo. No deja de pensar en eso pero  espera que Johann tenga empatía con él y logre entender el porque de sus acciones, pues tampoco es algo que el ojiverde haya planeado antes.

Y como si su mente tratara de invocarlo o alguna cosa parecida, el chico entra a su oficina después de haber tocado la puerta dos veces. Johann se asegura de cerrar la puerta con seguro para tener más privacidad. Él quiere tener una charla seria con Erick sin interrupciones ni obstáculos de los demás de por medio.

—Hola, Erick —le sonríe ligeramente. El corazón de Erick se encoge.

—Johann, yo... —el pelinegro está preparado para dar su mejor discurso para pedir disculpas pero Johann lo interrumpe.

—Si estás pensando en disculparte no lo hagas. Créeme, Erick, que no es en verdad necesario —Erick asiente, observando como el chico se sienta enfrente de él.

—No debí haber hecho eso ayer —murmura, avergonzado por sus acciones en el restaurante.

—No, no debiste. Tuve que cenar solo, ¿Sabes qué tan deprimente fue eso? —intenta bromear pero Erick baja la cabeza, completamente culpable y deprimido—. Como sea, no es culpa de ninguno de los dos, ¿cierto? Sólo quiero decirte que estoy en tratando de ser empático y ponerme un poco en tu postura, así que te entiendo. Sé el porqué de tu reacción de ayer y se justamente como te sientes, Erick. Yo... Bien, esto es algo íntimo de contar... pero siento confianza en ti, a pesar de todo aún me gustas —Johann ríe con amargura—. Fue hace cuatro años aproximadamente. Estaba igual de enamorado que tú, amaba con todas mis fuerzas a un chico... Él era muy especial para mí, realmente me hacía creer en el amor, me hacía feliz. Pero no todo tiene un lindo final y supongo que lo sabes. Dos semanas antes de nuestro primer aniversario lo descubrí follando con una chica en su habitación... justo en donde nosotros solíamos hacerlo. Me destrocé con tan sólo ver esa escena, no te mentiré, caí en depresión e incluso intenté quitarme la vida, por suerte mi hermana llegó y me salvó, es algo de lo que yo siempre le voy a agradecer. Respecto al chico... Él dijo que no me quería más y por esa razón lo había hecho, no logré entender el porqué de sus acciones aunque logré olvidarme de él con ayuda de mis amigos y familia. Creí que después de todo jamás me enamoraría de alguien. Dejé de creer en el amor, siempre que alguien intentaba algo conmigo y yo estaba a punto de caer me repetía en mi cabeza "El amor es una mierda. El amor destruye. El amor apesta". Pensé eso durante un largo tiempo, nadie podría cambiar mi opinión —Johann alza el mentón de Erick, logrando que éste le mire—, hasta que te conocí. Fue algo en tu forma de ser y algo en tu manera de actuar que sinceramente me atrapó, y siendo sinceros, fue muy raro. Ni siquiera sé cómo sucedió, sólo recuerdo ese día, la primera vez que te vi, te veías tan lindo, eras lo más tierno que jamás hubiese visto. Llegaste nervioso —ríe—, no sabías que debías hacer. Sólo estabas parado en la recepción esperando para que te dieran instrucciones... Entonces te miré, jamás había visto algo tan perfecto, en verdad lo digo. Parecía que estaba todo a mi favor, pero me enteré acerca de tu matrimonio. Decidí dejarlo así pero no pude, era una mierda verte todos los días, ¿Sabes? Ayer me diste la oportunidad de pasar tiempo contigo... Pero... Él... Nuevamente él me ganó, ¿Cierto? —Erick suspira—. Sólo dame otra oportunidad y yo...

SÓLO POR UN MES ➳ JOERICK [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora