Camino hacía el Desastre

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Seth POV:

Imagino todo un futuro alterno con solo aceptar. Zeus puede estar engañándome, todo puede ser un truco para darle poder y permitir que me apuñale por la espalda, puedo ver una sonrisa triunfante en su rostro al volverme a ver en el suelo, destrozado por los golpes y retorciendome como una sanguijuela... pero podría dar vuelta los papeles, obtener nuevamente mis poderes, cambiar de forma, dominar almas inocentes para satisfacer mis caprichos y deseos lujuriosos, podré ganar, triunfar entre los Dioses y lograr lo que ni siquiera Ades a logrado... acabar con el reinado de Zeus de una vez por todas.

- No tengo todo el día Seth, se me cansa la mano- Hermes me libera de los pensamientos que aún deambulan por mi cerebro, vengaré cada maldito segundo que desperdicié en ese espejo, Zeus verá de lo que soy capaz- Trato-dejo su mano en el aire- ¿A quién tengo que matar?- Sonrío. Hermes duda de mi palabra y su rostro toma un semblante de desconfianza, lamentablemente no le queda otra opción más que el falso compañerismo.

***

Jhonn se despierta con dificultad, los recuerdos golpean bruscamente con su cabeza y la conciencia poco a poco toma lugar en la realidad. Pasea su vista por la sala, está en una camilla y sus prendas fueron removidas, su cuerpo estaba cubierto por una endeble bata que dejaba al descubierto toda la parte trasera, las enfermeras que lo atienden llaman al doctor.

Lo último que recuerda es estar al lado de Jess, enmarcado el momento para que nunca fuese absorbido por el olvido. Aún puede sentir su olor, su cabello castaño estaba revuelto y algunos mechones cubrían su rostro.

- Bienvenido al mundo de los vivos- La grabe voz del Doctor hace eco por toda la sala, Jhonn saca una débil sonrisa y se acomoda en la camilla.

- ¿Cómo llegué aquí?

- Bueno, después de que te encerraras con la paciente Thompson- Jhonn baja la mirada- Se liberó, de alguna forma, un gas tóxico el cuál te dejo inconsciente, pero rápidamente nuestro personal abrió la puerta y sacaron a ambos de la sala.

- ¿Gas tóxico?, ¿Jess está bien?- Jhonn trata de recordar, fuerza a su memoria a mostrarle ese momento, pero todo es en vano.

- No se fuerce en recordar, lo importante es que ambos están bien, pero si hubiera estado expuesto un minuto más no recordaría ni su nombre... y eso sería grave.

- Yo..yo.. lo siento, no debí haber hecho lo que hice... pero no podía creer... yo.

- Bueno... ella despertó- Un brillo se apodera de los ojos de Jhonn, su respiración aumenta y su rostro se muestra incrédulo ante esas palabras.

- ¿Qué?- Tiene que oirlo una vez más, asegurarse de que escuchó bien, de que aún no está durmiendo.

- Se que es difícil de creer, incluso para mí, aún se me hace imposible que haya despertado en un plazo tan corto- El Doctor fija su vista en los ojos de Jhonn, le pide a la enfermera que le dé el desayuno y golpea suavemente el hombro del joven atónito para luego retirarse.

Jessica POV:

Siento que por cada minuto que pasa me fortalezco más, mis labios recobran su color rosa y mi cabello vuelve a tomar su brillo castaño. Veo el mundo con más claridad, siento con más pasión todo momento merecedor de ser un recuerdo, disfruto el presente, ignoro la existencia de un futuro y me alegro de haber tenido un pasado. Pensar que estuve entre los fríos brazos de la muerte y logré salir invicta me da una nueva perspectiva de lo que me rodea, me permite apreciar lo bueno y tomar una lección de lo malo, siento que por primera vez en mucho tiempo estoy empezando a vivir la realidad... y me gusta.

- Hola Jessica- subo la mirada del libro que sujeto en mis manos

- Hola Doc.

- Necesito que te sientes para unos exámenes, comprobar el estado en el que está tu cerebro... pero tranquila que solo serán una preguntas.

- Estoy lista- Quiero salir lo más pronto de aquí, volver a casa y comer toda la comida chatarra posible para luego caer rendida a las sábanas de mi cama.

- ¿Qué te sucedió?- Esa pregunta golpea fuerte con mi pecho, me comprimo y una puntada en el corazón hace que me encorve al mismo tiempo que acaricio la arte de atrás de mi cabeza-Me duele.

- Yo... yo... no recuerdo- Me sorprendo al tratar de buscar en los rincones de mi memoria y no encontrar nada.

- Tarda el tiempo que quieras Jess, es difícil.

- Creo... creo que tuve un accidente...tal vez... no se - Solo hay sombras de lo sucedido, fragmentos dispersos en el suelo del espejo de la memoria.

- ¿Qué es lo último que recuerdas?

- Estaba tomando desayuno, me había hecho una tostada y le había untado mantequilla. Recuerdo despedirme de mis padres e ir a la plaza que estaba cerca de mi casa. Me encanta esa plaza, es una de las cosas que me gustan de Kansas- Sonrío al acordarme de esa hermosa mañana. Veo el rostro preocupado del Doctor, no entiendo nada.

- ¿Kansas?, Jess, no estamos en Kansas- Me confundo, ¿Donde estoy?- Creo que será mejor llamar a tus padres para que te expliquen todo lo sucedido- Se levanta del asiento y se dirije a la puerta.

- ¡Alto!- ¿siembra la duda en mi cabeza y luego se va sin más preámbulo?

- ¿QUÉ DEBO SABER?- Trato de sonar lo más directa posible, no recuerdo haber salido de Kansas- ¿QUE ME PASÓ?- Temo escuchar la respuesta pero no voy a esperar a que mis padres llenen mi cabeza con mentiras.

Lo sujeto del brazo firmemente, el solo me observa con temor, tal vez no quería ser el portador de malas noticias.

- Será mejor que te sientes Jess.

- Solo si promete hablar- Asiente con la cabeza y ambos nos sentamos en la camilla, comienza a narrarme la historia, todo, comenzando por mi entrada semimoribunda a la Clínica.

***

Stefan sube las escaleras de su casa, el silencio es interrumpido por el crujir de los peldaños, abre la puerta de su recamara con cautela, como si tratase de no despertar a nadie siendo que la soledad es su única compañera, al terminar de abrirla sus ojos desvían la mirada y un sentimiento de desconcierto y espanto se adueña de su cuerpo al punto en que un escalofrío se desenvuelve por toda su columna. Su dormitorio estaba destrozado, las sábanas, al igual que las cortinas, estaban rajadas y gran parte esparcida con las plumas de las almohadas en el suelo, las lámparas habían sido golpeadas contra la pared y el poco sol que entraba se veía reflejado en los pedazos de porcelana dando un ambiente más tétrico. No se podía distinguir la cama, ya que había sido reducida a una pila de escombros y la fina madera que la conformaba estaba rayada, y en gran parte, mutilada.

Es imposible describir todo lo apreciado por los ojos de Stefan, su respiración aumenta al entrar en la habitación, el viento sopla con intensidad y el sonido se asemeja al de una risa siniestra, que se acerca hasta su oreja para burlarse de su cobardía. Grita al escuchar la puerta cerrarse de golpe y cae al suelo al presenciar movimiento entre la oscuridad que separa la pared de ésta, la porcelana rota se le incrusta en la piel y sus manos se envuelven en sangre, este acontecimiento toma menor importancia y es casi imperceptible para Stefan ya que su atención no desaparece de ese rincón escaso de luz, se arrastra hacia atrás hasta chocar con la pared. Se aterra al ver salir una sombra femenina, la poca luz que llega no permite contemplarla perfectamente pero a medida que se acerca sus rasgos se comienzan a hacer más notorios, Stefan trata de levantarse pero sus pies ya no responden y sus piernas no paran de temblar. Se ve el brillo de la pistola y, a medida que avanza, el que la manipula.

- ¿Anabelle?- La voz entrecortada de Stefan es seguida por la breve sonrisa del rostro de Ana, la cual carga el arma y la pone en la frente de su víctima.

***

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