Capítulo 1: Y tú que ni te fijas.

219 36 4
                                    

Un apuesto jovencito de cabello alborotado se encontraba junto a una hermosa jovencita pelinegra bebiendo un café bien caliente en un pequeño local mientras platicaban entre ellos.

No comprendo ¿por qué me preguntas algo así?, decía nerviosa la pelinegra.

Curiosidad, somos amigos, ¿no?, si lo somos deberías tenerme más confianza, respondió el apuesto joven de cabello alborotado mientras llevaba su taza de café a su boca al tiempo que pensaba: Aunque me duela quisiera saber quien me ha ganado tú corazón.

Pues entonces te pido la misma confianza, refuto la hermosa jovencita pelinegra con firmeza.

¿A qué te refieres?, pregunto el pelinegro intrigado.

Contigo es imposible, dijo la jovencita dirigiendo su mirada hacia la ventana mientras pensaba: No comprendo como eres tan ciego, es que no notas cuanto me duele que andes en coqueteos con otras y para colmo eres tan despistado que piensas que el que me interesa es otro.

Tú padre viajo de nuevo, dijo el joven de cabello alborotado para cambiar la conversación.

Si, estaré sola para la navidad, tal vez vaya a casa de Dieciocho, respondió la pelinegra.

Entonces es cierto que te interesa Android, dijo el joven de cabello alborotado mientras hacia un curioso gesto con sus labios que paso desapercibido por su bella amiga.

¡Qué dices Gokú¡ respondió la pelinegra alarmada poniéndose de pie.

Eso es lo que se comentaba en el instituto, dijo Gokú tratando de mostrarse indiferente.

El no me interesa, solo es un amigo, respondió la pelinegra que aún seguía de pie.

Entonces es Broly, dijo Gokú.

No, respondió con molestia Milk.

¿Cell?, dijo Gokú.

Tampoco, respondió Milk que ya estaba empezando a perder la paciencia.

¿Frezzer?, o ¿a poco es Vegueta?, decía Gokú.

Hay, basta Gokú, mejor me voy, dijo la pelinegra colocando unos billetes sobre la mesa, tomando su pequeño bolso que estaba en una silla y unos libros antes de echar a correr hacia la salida mientras pensaba: Tonto, tonto Gokú, tú nunca te fijas en mi, nunca, nunca.

¿Y ahora qué le hice?, debe estar en sus días difíciles por ello hasta se me adelanto a pagar su parte, creo que ella nunca me dirá quien me la quiere quitar, tal vez tenga que averiguarlo yo personalmente aunque no se ni para que lo averiguare si está claro que yo para ti solo soy un amigo, tú nunca has notado lo que tú despiertas en mí...... Milk, que le viste a ese otro que no tenga yo, pensaba el apuesto jovencito de cabello alborotado mientras se ponía de pie y dejaba unos billetes más en la mesa para luego salir del lugar.



Nota:

Aquí les dejo el primer capitulo de está pequeña historia de amor navideña, que aunque tendrá capítulos muy pequeñitos los estoy escribiendo con muchísimo cariño para todo aquel que guste leerlo.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

BLANCA NAVIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora