Todos hemos tenido ilusiones, metas que alcanzar o sueños que queremos cumplir. Algunos son simples, solo se conforman con viajar, otros, en cambio, aspiran a cosas no tan simples como ser feliz. Yo era una de esas personas que creen en el amor, en la esperanza, la felicidad y que nada es imposible... Poco a poco me voy dando cuenta que vivo en la realidad, en un mundo en que solo encuentras penumbra. La gente busca su beneficio económico, te manipulan, te controlan, incluso matan para ello; otros buscan la satisfacción del cuerpo, tratan a la gente como juguetes de usar y tirar; después están los que aún viven a pesar de todo y, por último, encontramos a los muertos andantes. Estos últimos son el reflejo de sus sueños y aspiraciones en pedazos. Yo me incluyo en estos.
Sé que a la sociedad nunca les gustará un chico con unos kilos de más y una apariencia que no se corresponde a la de un modelo, además, mi personalidad no creo que sea la que más enamore, por lo tanto rompamos el sueño de tener una familia. Sé que soy una persona inteligente, pero las adversidades me abruman rápidamente, por lo tanto en los estudios soy como un trapecista con tendencias a caer, por lo tanto abandonemos el sueño del trabajo perfecto. Por último, el sentimiento de inutilidad que me persigue y no me deja escapar de él.
Con todo esto dicho, os doy la razón de porqué este chico hizo sus sueños pedazos antes de intentar alcanzarlos...
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El último destello de luz
ContoA veces nosotros mismos nos metemos en la más profunda oscuridad de la que pocas veces podemos salir sin quedar dañados.