U N O

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SABELLE

Tomo mi tiempo en vestirme, me visto como siempre que voy al colegio; camiseta negra hasta el ombligo, jeans negros rasgados en las rodillas y por el muslo, botas sin tacon negras y mi gorro de lana negro. ¿Qué si soy una emo? No me considero así, a veces combino otros colores pero este es mi estilo de vestimenta.

Llego a la cocina soltando mi mochila en el piso, veo a mi pequeño hermano de dos años tratando de tomar el telefono de mamá y cuando lo alcanza, le doy un pequeño golpecito en la manita.

—Eso no es tuyo, niño feo.-sus labios forman un puchero, sus cejas se unen y sus ojos se cristalizan. Uno... Dos...y Tres.

Los llantos del demonio disfrazado de niño se escuchó por toda la habitación, mi madre giró el cuello tan rapido que supe que traería problemas más tarde.

—¿Qué le hiciste esta vez, Sabelle?—preguntó con voz derrotada, ese mocoso de pelo rubio siempre hace dramas para que yo sea regañada. Y eso, que solo tiene dos años.

—Nada, solo le he quitado el movil. Esa cosa que tienes por hijo deberia de hacer menos berrinches y respetarme.—digo tomando una manzana y recogiendo mi mochila del suelo.

—Tal vez no te respete por la forma en la que le hablas, eres su her... ¡Sabelle, vuelve aquí! ¡Sabelle!—cerré la puerta con fuerza para que se callara y me dirigí a paso rapido a la escuela.

Odio a ese mocoso insoportable. Odio la forma en la que ella lo mira. Odio cuando lo abraza y a mí me regaña. Odio tener que caminar a la escuela.

Llego a York High School, la secundaria más famosa y popular de toda California. Al llegar al parking pasa mi rutina de siempre; caminar ignorando la presencia de cualquier otro ser vivo mientras los chicos babean al yo pasar y las chicas hacen sus oraciones para mi muerte. Lo típico.

Mi casillero está ubicado en medio del pasillo principal del segundo nivel, y como todos los días encuentro cartas rosas, rosas rojas o rosadas y regalos. No entiendo como gastan su dinero en esto si siempre miran esos regalos en la basura.

Tomo hasta el último pétalo y lo echo al bote de basura que está cerca; le había pedido de favor al conserje de que moviera un bote cerca porque me frustraba cada vez que tenía que doblar pasillos con cosas en manos para tirarlas.

Saco mi cuaderno de algebra del casillero, veo mi horario pegado en la puerta y resoplo cuando veo que me toca luego artes plasticas con la maestra Gertrudias Banguish. Se supone que esa es un tipo de materia optativa pero en esta escuela no existe la palabra "optativa", de aquí han salido grandes actores y famosas estrellas y por eso se inclinan mucho en esas areas. Odié a mi papá cuando me ingresó a esta secundaria, hace mucho tiempo ya.

Camino a paso apresurado al salón, tengo que atravesar un jodido jardín para llegar al otro edificio donde se encuentra ese salón. Cuando voy por el pasillo correcto (porque por no prestar atención me fui por otro) choco con alguien haciendo que mis cosas queden en el suelo; gruño maldiciendo a quien me ha hecho esto.

—¿No puedes ser mas idiota? Fíjate por donde caminas, jodida idiota.—delante de mí se encontraba una chica timida, recogía nuestras cosas en silencio y puedo decir de inmediato que es una nerd; ropa holgada por todas partes, lentes de botella y con una timidez que exaspera.

—L..lo siento, n..no se donde que..queda mi aula. Soy nueva.—asiento sin importancia.

—Que te vaya bien encontrandolo.— le arrebato mis cosas y trato de trazar mi camino de nuevo pero su voz me interrumpe.—¿Ahora qué?

—Eh... ¿me puedes decir donde se encuentra el salon de algebra?—sus ojos parecen los de un cachorro moribundo, ruedo los míos exasperada.

—Venga, sígueme.— sonrió por lo bajo y me siguió en silencio. Faltaban unos pasos para entrar al aula y desde aqui podia escuchar la estridente voz de Gonzalez, nuestro profesor de algebra y el demonio en cuerpo de hombre.

Entré sin tocar siquiera, todos los ojos fueron posados en nosotras dos y sentí como la chica se encogía a mi lado, tanto por ser el centro de atención como por la mirada que nos lanzó el profesor.

—¿¡Se puede saber por qué han entrado sin tocar!? Además de que llegan 1 minuto tarde con 18 segundos a mi clase— nos grita sin compasión, este hombre es obsesionado con el horario a su clase.

—Lo siento, p..profesor. Soy nueva y me perdí.—se excusó la nueva, el profesor golpeó la pizarra con fuerza haciendo que ella dé un salto a mi lado. Que se acostumbre.

—Cuando yo fui estudiante nuevo en algún instituto nunca llegué tarde a una clase porque....

—"...porque iba uno o dos dias antes y recorria cada rincón. Me aprendía la institución completa y nunca llegaba tarde" Lo sabemos, profesor. Si nos va a dejar pasar dígalo o sino hable porque me estoy hartando de estar aquí de pie.—lo interrumpo escuchando un jadeo por la nueva, los demás saben como es más o menos mi actitud y no se sorprenden a este punto.

—No la mando a dirección porque su tarjeta ya no recibe mas punche de detención. Vayan y sientensen, y para la proxima señorita....

—Stewart, Kris Stewart.—responde rapido, yo los ignoro y me siento en mi sitio habitual.

—Para la proxima señorita Stewart espero que sea la primera en llegar a mi clase, no recibo excusas en mis clases. ¿Queda claro?—asiente con energia.—Bien, presentese delante de sus compañeros.

La chica queda en blanco y ruedo los ojos ordenando mis materiales.

—Soy..soy Kris Stewart, vengo de Colorado y me gusta el arte.—agacha la cabeza dando por finalizado su presentación, el profesor la retira con un gesto y ella obedece buscando algo con sus ojos hasta que me encuentra. Sonríe y camina hacia mi asiento vacío, pongo cara de pocker negando con la cabeza.

—Ni hablar, quiero tu culo fuera de esa silla.—ella se sonroja violentamente por mi tono de voz y mis palabras.

—Se queda ahí, señorita Stewart. Y usted, señorita me-jode-la-vida-todo-ser-viviente, se queda tranquila con su nueva compañera. A ver si ella le trasmite un poco de humanidad.—ruedo los ojos y respiro un par de veces para no enseñarle mi hermoso dedo medio con mi uña de negro.

Gilipollas de mierda.

SabelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora