El domingo por la mañana me la pasé como una marmota en cama, pero por la tarde tenía planes con mis amigos. Así que a las dos me dí una ducha y me coloqué algo básico: jeans rotos, remera hasta el ombligo y tenis blancos.
Salí de casa y tomé un taxi, no tenía ánimos para conducir. Nos encontramos en un parque, de lejos los pude observar platicar.
—Hola chicos.—me senté en el césped, Kris me sonrió e hizo una mueca tocando su cabeza. ¿De verdad sigue con dolor?
Bueno, al ser su primera borrachera tal vez no se le pase tan rápido.
—¿Qué tal, Sab?
Me recosté en las piernas de Allen y él empezó a acariciar mi cabello mientras hablábamos de cualquier tontería. Una sombra se puso delante de mí, subí la vista pero no veía nada.
—Hola, Sabelle.—esa voz, me senté de golpe.
—Hola, Sophie. ¿Cómo estás?—le sonreí a la rubia, Marln estaba a su lado viéndome con una sonrisa.
—Algo triste, no me contestaste el último mensaje.—oh rayos.
—Se me olvidó por completo, lo juro. ¿Que hacen por aquí?—me puse de pie.
—Estábamos dando un paseo y te vimos. ¿Quiénes son ellos?—dirigió la mirada a mis amigos, Marln se quedó viendo por mucho tiempo a Kris.
—Ah, ellos son mis amigos; Kris y Allen. Chicos, ellas con Marln y Sophie, unas amigas...
—...íntimas.—dijo esto viéndome con una sonrisa traviesa, rodé los ojos con una sonrisa.
—Es todo un placer, Kris. Yo soy Marln.—se inclinó a besar la mejilla de mi amiga y se quedó más del tiempo necesario ahí, y pegó sus pechos a ella con intención. Rodé los ojos separándola y abrazándola
—Ella no es de ahí, así que déjala.—rió dándome un beso en la mejilla, Soph se acercó e hizo lo mismo pero más cerca de mis labios.
—Bueno, no molesto más. Te estaré llamando para volver a encontrarnos, Sabelle.—gritó ella antes de desaparecer de mi vista.
—¿Quienes son ellas? ¿Y por qué esa chica me veía así?—preguntó la pobre Kris toda roja, reí junto a Allen.
—Unas amigas locas que tengo.
Sophie y Marl... Una larga historia que implica alcohol, besos y toqueteos.
Ninguno dijo nada más y nos pasamos la tarde de broma en broma.
(...)
Llevo en mis manos unos libros super pesados, me dirijo a la biblioteca y me detengo delante de la bibliotecaria.
—Aquí están los libros prestados, sin un rasguño.—la señora asiente tomando una tarjeta y pasando un marcador rojo por ella.
Salgo de ahí con dirección al salón de arte y me choco con alguien dejando un dolor agudo en mi brazo.
—Fíjate, idiota.—seguí caminando sin ver quién era.
James
Sabelle siguió su camino sin verme siquiera. Me he follado a la mayoría de chicas de aquí pero siempre siento lo mismo: vacío.
Estoy cansado de solo un rollo de una noche, de estar con diferentes chicas todos los días y siempre sentirme vacío y solo. Busco enamorarme, busco a una mujer que me llene el corazón como mi cuñada llena a mi hermano.

ESTÁS LEYENDO
Sabelle
Ficção AdolescenteSab es una chica complicada, solo hay dos palabras que la definen completamente: grosera y caliente. No quiere llamar la atención aunque la tenga sin ella pedirla, quiere terminar en tranquilidad la secundaria para irse lejos a escribir su futuro; l...