Llévame

286 14 0
                                    

Entro, cojo mi equipo y hago lo de siempre, aunque con más calma, ya que no voy con retraso, la primera vez desde que vivo en la ciudad que llego antes. Llego al campo, no hay nadie, el campo está vacío a excepción del material de trabajo, empiezo a echar algunas fotos, las gradas vacías, a los balones sueltos, los conos, etc, estaba de espalda cuando alguien me interrumpe.

–¡Buuuh, sorpresa! – Escucho que alguien dice empujándome suavemente por la espalda.

–¡Aaaahh! –gritó del susto, me giro y me encuentro con la preciosa sonrisa de Javier–. ¿Eres tonto? –le reclamo.

–Alguien se ha despertado de mal humor. Era una broma –me dice riéndose.

–No tiene gracia –digo seria.

– Qué sosa eres, hija, pareces alemana– dice tan pancho.

– Y tú idiota. Claro que no soy sosa, pídeme perdón –digo poniendo la cámara en mi cuello y los brazos en las caderas.

–No, no – se niega.

–No me hables – digo alejándome de él

–No seas tonta –dice cogiéndome del brazo y llevándome hacia él.

–Me has enfadado.Como me vuelvas a llamar tonta –digo, pero me interrumpe.

–Lo siento, lo siento. Venga, ahora sonríe para demostrarme que no estas enfadada – dice mientras con sus manos estira mis labios intentado que formen un sonrisa.

–Para, tonto. No me voy a reír –digo aguantándome la risa.

–Javi –escucho que alguien lo llama– no me presentas a tu nueva amiga?– pregunta un chico de piel morena y ojos marrones claros en español.

–No –responde Javier–. Ignora a este tío, no lo conozco – dice entre risas dándome un pequeño empujón para separarnos de él.

–Serás cabrón –dice el marrón dando en broma un patada en el trasero–. Me da igual, me presento yo. Señorita, Thiago Alcántara, para servirla –se presenta haciendo un reverencia con una mano delante y otra detrás y agachándose un poco, no puedo evitarme.

–Natalia Ferrer – digo extendiendo mi mano.

–La famosa Natalia –dice Thiago aceptando mi mano y acercándose para darme dos veces en las mejillas, típico español.

–El famoso Thiago –le respondo.

–Alguien con quien hablar español aparte de ti– comenta Javier.

–Gracias a Dios, ya me estaba cansando de ti –le responde Thiago.

–Perdona, pero el pesado aquí eres tú –intenta Javier defenderse.

–Javier, dice que le vas a pegar palabras portuguesas – le cuenta riéndome.

–Javi, dime Javi. Solo para los amigos –me dice Javier guiñándome un ojo.

–Vas hablando a mis espaldas –nos interrumpe Thiago –. ¡Qué mal amigo! Menos mal que está aquí Natalia, mi nueva amiga –dice pasando un abrazo por mi cuello. ¡Qué confianzas se toman estos futbolistas! Me separo un poco disimuladamente.

–Chicos, a entrenar – Escuchamos que alguien dice en español– Dejad a la chica tranquila que la tenéis asustada a la pobre –Es el entrenador, que por lo que veo también es español. Hoy sin falta  busco en google noticias sobre el Bayern. Detrás de él hay unos cuantos jugadores, entre ellos Manuel que me saludo con la mano y Mario que me mira serio.

–Míster, te entiende, es española –dice Thiago entre risas, el entrenador se pone rojo, se acerca, se presenta y me pide disculpa por “las molestias” de sus jugadores y se van los tres con el resto del equipo

Amar otra vez (Mario Götze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora