don't play.

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Olivia pestañeó repetidas veces cuando aquella silueta se plantó delante suya con un hola tímido que le había sentado como una patada en todo el estómago y siguió andando hasta llegar a unos de los muchos asientos que había dentro del aquella sola y se llevó una mano a la cabeza sobándose la sien mientras que su respiración era cada vez mas rápida.

No juegues conmigo, no juegues conmigo.

Se dijo mentalmente aunque supiera que esta vez su cabeza no había tenido culpa de la aparición de la chica de cabello platino porque esta vez si era real y no producto de su imaginación. La profesora comenzó a hablar dando la introducción del que sería su tercer años estudiando bellas artes y lo único que escuchaba a sus alrededores eran voces distorsionadas y se mareó de tan solo pensar que iba a tener que compartir un puto semestre con la chica y tener que aguantar su presencia durante las clases que compartieran y comenzó a ponerse enferma de tan solo pensar en todo aquello, porque todas las ganas que le había entrado de verlas ayer por la noche se desvanecieron al verla plantada delante de ella como si de verdad el destino se estuviese riendo de ella en su puta cara.

Por dios, ¿de qué cojones va? Se planta así delante mía como una mosquita muerta, saludándome, como si no hubiese hecho nada, yo flipo con la gente.

Alba se mordió el labio nerviosa al divisar a la chica de cabello negro sentada en el otro lado del pabellón con sus manos en la cabeza mientras que parecía que se iba a desmayar allí mismo por el tono pálido que llevaba, porque Olivia siempre había parecido un vampiro pero aquel color no era el suyo para nada. La chica suspiró mientras que miraba de nuevo a la mujer de unos cuarenta años hablar y desearles suerte en este nuevo semestre y Alba se echó para atrás en su asiento porque realmente iba a necesitar suerte y mucha si iba a tener que lidiar con la presencia de Olivia durante un semestre.

Cuando la mujer dio por finalizada la charla, les indicaron un par de cosas a todos y salieron de aquel lugar dirigiéndose a la que sería su primera clase. Vio de lejos a Olivia abrazar a una chica de manera amistosa mientras que ambas comenzaron a hablar de alguna cosa y se despidieron mientras que la chica corría para ponerse al lado de nuevo de un chico alto y de melena rubia. Olivia salió por patas del pabellón intentando mantener una distancia de al menos cinco metros con Alba y esta se rió al darse cuenta de la actitud de la chica. Alba la miró de manera triste porque la morena no había cambiado en absoluto y la peligris esperaba algún tipo de cambio radical en la actitud de su ex para poder superarla y descartar aquella posible idea de volver a enamorarse de ella pero aquella idea en vez de ser descartada por la chica, fue subrayada por su cabeza como si fuera algo que iba a pasar tarde o temprano.

A diferencia de Alba, Olivia era consciente de que no quería a Alba en su vida de nuevo, no quería recaer en la vida que había llevado durante unos meses después de que la chica la dejara porque sabía que si volvía a caer en las redes de la que fue el amor de su vida, podría acabar dañada de nuevo e incluso peor que la última vez.

La peligris aceleró su paso para intentar alcanzar a Olivia pero para su sorpresa la morena desapareció de su campo de visión de un momento a otro y se sorprendió cuando no la vio dentro del aula y Alba suspiró dando por hecho que la morena se había largado de la Universidad en su primer día de clase y sabía que volver a mantener una conversación con la chica no iba a ser nada fácil.

Olivia comenzó a correr fuera del campus con la esperanza de encontrar el coche de Hugo cerca aun ya que no había pasado mas de diez minutos desde que la había dejado en la Universidad, pero no encontró el Ford Focus de color gris de su amigo y ahogó un grito mientras que volvió a correr deseando llegar a casa y mandar a tomar por culo a la chica de cabello gris, pero para su propia sorpresa, la chica vio la particular melena azul de Lea que estaba caminando en la acera de enfrente de ella y rió viéndola tan despistada al igual que siempre. Olivia alzó su brazo derecho al aire y dio un grito haciendo que Lea se diera la vuelta asustada y se percatara de que aquel brazo era de su amiga al reconocer los tatuajes que tenía. Cruzó y se encontró con una Olivia claramente enfadada y con ganas de matar a alguien y su amiga alzó una ceja en forma de pregunta y al chica cerró los ojos cansada de todo aquello.

broken roots.Where stories live. Discover now