11 minutes.

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Iván suspiró pesadamente cuando el chico que tenía prácticamente encima comenzó a besarle de manera intensa en aquel baño de cualquier discoteca de Madrid, que en aquel momento se había convertido en el lugar perfecto para tener sexo en 11 minutos y el moreno de pelo largo lo estaba disfrutando mas de lo que se imaginaba. El otro chico de su misma estatura mas o menos se había bajado los pantalones sorprendiendo al vasco que imitó su acción sonriendo al ver el miembro de aquel chico tan erecto en tan poco tiempo y rió internamente porque aquello lo había provocado él.

─Vamos a acabar esto rápido ─El muchacho que estaba enfrente de él se bajo los calzoncillos totalmente y Iván cumplió lo que había dicho. Se agachó y comenzó a estimular al miembro del rubio y cuando había dado por terminada aquello, se lo llevo a la boca mientras que el chico puso su mano en la cabeza del moreno para que no se le pasara por la cabeza separarse de ahí y cuando Iván noto que el chico comenzaba a temblar se aparto un poco para observarle la cara.

Y ahora era él que disfrutaba de como aquel tío que había encontrado en la pista de baile sin mas le hacía un par de mamadas y el vasco que no era tonto sabía que era la primera vez que aquel chico hacía aquello. Y eso era una noche buena para el estudiante de filosofía, y ya ni hablar de las mejores noches que era cuando el sexo en el cuarto de baño había sido muchísimo mejor de lo que esperaba, no dudaba en llevarse a su acompañante a casa de su tía para terminar lo que habían empezado.

Y en menos de 11 minutos, Iván volvió a subirse los calzoncillos y la bragueta de sus vaqueros ajustados para sonreír al chico que seguía apoyado en la pared respirando con dificultad. El joven de cabellos largos se ajusto la fina chaqueta que llevaba encima saliendo del local y hizo una leve mueca al imaginarse lo que diría su padre si viera lo que estaba haciendo con su vida, aunque en cierta parte se lo podía imaginar.

Eres un jodido maricón y para jodernos totalmente a toda la familia decides estudiar filosofía que no te va a servir de una puta mierda en la vida.

Pero en cierta pena, el chico estaba acostumbrado a ser la decepción de todo el mundo. Siguió caminando sin ningún rumbo hasta que entrecerró los ojos mirando la silueta que tenía enfrente. Se acercó y al asegurarse de que era la chica puso sus manos en sus hombros provocando un leve brinco por parte de la chica de cabello negro, que se llevó la mano al pecho al verlo riéndose.

─La puta madre que te parió Iván, que casi me muero ─El chico se sentó en el banco en el que hasta hace un momento estaba la chica y por un momento el vasco volvió a sus sentidos dándose cuenta de que había llegado al barrio en el que vivían Olivia y Hugo.

─Llevo un pedo de la ostia ─Dijo entre risas y Olivia lo miró negando levemente.

─¿Te sientes orgulloso de ello o algo?─ Preguntó mientras que apartaba el cigarrillo de su boca.

─No ─Contestó secamente haciendo que la chica soltara una risa.

─¿Has venido a ver a Lea o te has perdido por el camino? ─Iván le arrebató el cigarrillo de la mano a Olivia y se lo llevo a la boca dándole un par de caladas.

─Si te digo la verdad, ninguna de las dos pero me podría pasar si está en tu casa.

─Si hubieras llegado un poco antes a lo mejor la habrías pillado pero se ha ido con Hugo a no sé dónde ─El chico de cabellos largos negó con una sonrisa y apoyó su espalda en el banco.

─Se me olvida que Lea se ha sumergido en la vida de pareja ahora─ Olivia giró su cabeza para mirarlo y Iván suspiró cansado.

─Solo espero no perderla del todo, ni a ella ni a Kenji─ La morena lo miró confundida.

broken roots.Where stories live. Discover now