broken roots.

100 letters.

Olivia no podía para de reír desde que Hugo había comenzado a cantar junto a Lea en el Karaoke que tenían en la Wii. La pareja había decidido matar el tiempo mientras que esperaban a que llegaran las pizzas y la única idea que había pasado por la idea de la chica de cabello azul había sido cantar y allí se encontraban, con la morena muerta de risa en el sofá y la nueva pareja dándolo todo.

─Olivia anímate y canta algo,venga.─Dijo Lea mirando a su amiga y la chica negó entre risas.

─Veros a vosotros es mas divertido, os lo aseguro.─Hugo en ese mismo instante comenzó a hacer el alto de Demi Lovato en Stone Cold, haciendo que en ese mismo momento ambas chicas comenzaran a reírse sin poder parar al ver al chico tan concentrado intentando clavar la misma nota que la artista, pero que como era de esperarse, no dio ni una.

─A este paso te vemos en los castings del año que viene de OT.─Dijo Olivia entre risas mientras que se pasaba una mano por el pelo y seguía intentando controlar su risa.

─Hugo cariño no te preocupes, sabemos que tu mayor talento no es cantar pero te queremos igual por hacernos pasar buenos ratos.─Dijo Lea mientras que abrazaba a Hugo y el chico se quedó quieto en el sitio con cara de disgustado mientras que su novia le daba un abrazo y veía como su mejor amiga todavía se seguía riendo de él desde el sofá.

─Para eso me queréis, para reíros de mí, ahora todo tiene sentido. He vivido casi toda mi vida engañado.─El chico se dirigió de una manera dramática hacia las chicas, haciendo que Olivia rodara los ojos mientras que estiraba los brazos en el sofá y ahora provocaba las risas de su amigo y su novia.

─No te confundas Hugo, nos reímos contigo no de ti, que hace tiempo que salimos del colegio para andarnos con tonterías, ¿no crees?

─Olivia habla por ti.─Dijo Lea mientras se separaba de Hugo con una sonrisa en la cara.─Algunos de aquí siguen en preescolar aún.

Mientras que ambas chicas se miraban de manera cómplice entre ellas Hugo escuchó el sonido del portero de su edificio y corrió a abrir mientras que seguía escuchando las risas de probablemente sus dos personas favoritas de todo el planeta tierra. 

Si al rubio de pelo rizado le hubieran dicho que sería feliz en algún momento de su vida, se hubiese reído y con razón, el chico no había tenido suerte en su vida y lo único bueno que le había pasado había sido conocer a Olivia y tener a su abuela junto a su lado, porque después de perder a tus dos padres casi de manera completa y tener recuerdos que desearías poder eliminar como cualquier archivo de un ordenador, no podías y era algo con lo que tenías que aprender a vivir y que gracias a la numerosa cantidad de psicólogos a los que Hugo había asistido durante parte de su niñez y adolescencia, ahora podía sobrellevar sin que le causar mas problemas de los que a él le gustaría, aunque el tema de irse a beber y fumar a locales casi todos los días cuando tenía sus bajones era algo que ahora iba a tener que comenzar a tratar si quería que su relación con Lea perdurara, porque no había cosa que la peliazul odiara más que el olor a tabaco y a pesar de que hoy hubiera sido su primera cita como pareja oficial, al darse un beso en el coche del chico antes de subir al piso que compartía con Olivia, Lea le había dicho que sabía a tabaco y dejar de fumar ya no era solo algo que quería parar de hacer por la chica, sino por su propia salud, así que ese había sido el primer propósito que el chico se había propuesto para mejorar su calidad de vida.

Después de un par de minutos, cuando las bebidas y las dos cajas de pizza estaban sobre la mesa, procedieron a poner música de fondo en la televisión mientras que la impaciente Lea había sido la primera en estirar su mano y coger un trozo de pizza. Hugo y Olivia no tardaron mucho mas y en un par de segundos habían imitado la acción de la peliazul, disfrutando del sabor de aquel manjar que aunque fuera como muchos dirían comida basura, estaba muy bueno y no iban a dejar de comerlo.