broken roots.

ghost.

La castaña empezó a perseguir a detrás de su hermano pequeño mientras que el pequeño corría lo máximo que podía en ropa interior por el salón. Zoe sabía jugar sus cartas y al darse cuenta de que su hermano parecía totalmente desinteresado en parar aquella persecución se hizo la tonta marchándose hacia la cocina y Eric al darse cuenta que había dejado de ser el centro de atención de aquel juego, se puso su camiseta y salió corriendo detrás de su hermana y cuando la chica escucho los pasos de su hermano pequeño viniendo hacia ella, lo agarró cogiéndolo en brazos mientras que lo llenaba de besos por toda la cara.

─¡Zoe para! Te pareces a mamá─ La chica de ojos azules verdosos lo miró sonriendo mientras que lo volvió a dejar en el suelo y el pequeño alzó la cabeza para mirar a su hermana, que tampoco era mucho mas alta del uno sesenta.

─Ve a ponerte los pantalones que hoy si que tienes colegio, que como mamá se entere de que ayer faltaste por mí culpa nos va a matar a los dos─ El niño abrió los ojos en sorpresa llevándose las manos a la boca y Zoe lo miró doblando la cabeza y le dio un toque en la cabeza para que fuera a su habitación a ponerse los pantalones.

La castaña se mordió el labio mirando entre los estantes de su cocina y se puso de puntillas para coger el paquete de galletas favoritos de su hermano y un batido de vainilla. Volvió a su posición normal y guardó la merienda de su hermano en una mochila junto con la botella de agua y se aseguró de que dentro de esta estaban los libros de su hermano pequeño y cuando el niño salió vestido completamente le dio una sonrisa a su hermana y esta le sonrió de vuelta. Ambos salieron de casa cargando sus respectivas mochilas y Zoe ayudó al pequeño a ponerse el cinturón de manera correcta y cuando todo estuvo listo, arrancó el coche dirigiéndose a la escuela de educación preescolar en la que Eric estaba.

 ─¿Podemos hacer un maratón de pelis este domingo?─ La castaña miró por el retrovisor a su hermano que la miraba con una expresión dudosa en el rostro y la mayor asintió.

─Claro, si quieres esta noche podemos empezar el maratón y que dure hasta el domingo─ El niño junto las palmas de las manos emocionado y su hermana se echó a reír al verlo tan emocionado.

─¿Podemos empezar por Nemo?─ Zoe rió y asintió mientras que seguía conduciendo por una de las calles menos transitadas de Madrid y al llegar dejo el coche en doble fila para sacar a su hermano del asiento trasero y acompañarlo de manera rápida hasta dentro del edifico porque al ser una crítica en Madrid los coche parados como el suyo provocaban atascos y la castaña no quería era una multa.

─Pórtate bien y ya te sabes el resto, vengo a por ti después─ Eric sonrió dándole un abrazo a su hermana y salió corriendo subiendo el par de escaleras que había para acceder hasta la escuela y una vez se aseguró que su hermano había entrado empezó a correr en dirección a su coche disculpándose con el dueño del coche que estaba detrás de ella con cara de pocos amigos y salió pitando de allí.

Y como era de esperar, la castaña aparcó el coche en el parking y se dirigió con algo de prisas a la tienda porque esta vez era ella la que llegaba tarde y no su compañero Pablo.

Y a diferencia de Zoe, Jonan salió de la casa de la malagueña cansado porque aun le quedaba cosas que llevar a casa de su amiga pero para su mala suerte, madrugar esta vez no le había ayudado en nada porque se había encontrado a Celia saliendo de casa justo en ese mismo momento. Ambos se quedaron paralizados al verse y Jonan tragó pesadamente al ver a la chica con rastros de haber llorado en los ojos.

─¿Estás bien?─ Pregunto intentado acercarse un poco más a la chica pero esta fue más rápida y se retiró asintiendo.

─Te he guardado la ropa que te quedaba en una caja y he cogido tu mochila azul y te he metido tus libros hay dentro para que no tardes mucho y no me desordenes nada─ El moreno suspiró y se pasó una mano por la cabeza desesperado al escuchar las palabras de su ex frías y cortantes y podía jurar que nunca la había odio hablar así.