14

513 64 1
                                    

A Keith siempre le dio igual el hecho de que estuviera lloviendo, eso no era impedimento para que esté fuera a correr como idiota a la lluvia y muy probablemente agarraba un resfriado, pero siempre le daba igual aún si le daba menos importancia a este hecho.

Seguía corriendo bajo la lluvia y aún faltaban alrededor de 6 cuadras para que pudiera llegar a su casa sin problema alguno, la ropa deportiva, empapada y pegada a su cuerpo por completo era y siempre fue una molestia, pero se centraba más en el hecho de que el pants pegado a sus piernas picaba que en los problemas actuales que tenía, en este caso, Lance que llevaba ya un par de días sin el.

Calaba en su piel, las caricias se sentían aún al rojo vivo en ella y también sus suaves te amo que a veces le decía cuando pensaba que el estaba dormido, pero no era así, solo despertaba para ver cómo lo mimaba cuál niño en las pocas mañanas que compartieron

Temblaba, el aire que golpeaba en su cuerpo en lugar de ayudar perjudicaba horriblemente y era incluso más frío que todo lo anterior dicho, el suelo a veces resbalaba pero por ello se había comprado zapatos para este clima en específico, aunque aún así resbalaba y no solo podía enfermarse, podía caerse y lastimarse.

Y entonces dejo de correr ante la idea de que si se lastimaba no podía arreglar nada con Lance y nada en su vida, de eso no se trataba lo que hacía en estas semanas.

Las pisadas que eran duran antes ahora eran pronunciadas y se acercaban más y más a su destino, que era su casa, en donde podría darse una ducha con agua caliente y después dormir un largo rato porque los ánimos para siquiera poder sentirse motivado estaban más allá del subsuelo.

Y la actividad física no ayudo mucho.

—Espero y Lance este abrigado.

Se detuvo, admiro sus manos un momento, uno breve de hecho, las mismas manos que tocaron a Lance en algún momento y tienen grabado su tacto, odiando que de su boca haya salido el nombre de la persona que más amo y que ahora más odia.

Quería irse a casa y quizás, abandonar la idea de regresar con Lance.

De repente el claxon de un carro conocido sonó, poniéndolo alerta pero de igual forma sabía de quién se trataba.

Katie.

El Dodge RAM 700 se acercó y se puso a un lado de el, lo suficientemente cerca para que pudiera ingresar sin mojarse más patéticamente en la lluvia, la chica abrió la puerta, observó neutral al azabache y palmeo el asiento.

Keith solo miro, pero estaba cagando de frío afuera y mejor accedía a no seguir en la lluvia.

Y entonces subió.

[...]

—¿Se puede saber que hacías en plena lluvia en plena tarde maldito emo psicópata?

Ajustó el espejo del auto y lo miro nuevamente por segundos.

No hubo respuesta, apretó los labios suavemente junto con el volante.

—Martirizarte por lo sucedido no está bien, tampoco alejarte sin pedir ayuda lo es, solo dime ¿Que sucede?

Y un silencio invadió la camioneta.

—Shiro quiere que este presente en su boda con Allura…

Ella arqueó las cejas y también, río pero no de forma que fuera chistoso

—¿Haz pensado que tal vez Shiro esta un poco enfermo?

—Katie yo sabía eso y aún así me arriesgue a estar con el durante un año entero, donde bien pude irme a tiempo.

Subió la calefacción un poco más, aunque ella se estaba muriendo de calor, el no.

—Tambien estás loco Keith.

—¿Por estar en la lluvia a plena noche?

Se giro a verla, su mirada sostenida al frente

—No— lo miro de reojo — Porque no quieres sanar pero lo estás haciendo.

Keith mascullo los dientes y se cruzó de brazos

Al llegar a la casa del azabache, Katie se detuvo lentamente frente, como rogando al universo que jamás se bajara del auto ya que eso significaría que nunca más lo volvería a regañar o siquiera ver.

Y le dijo con una cautela de una madre dando un consejo a su hijo.

—Escucha Kogane, Lance te ama y tú también, se necesitan el uno al otro y el ha sido una regadera en las últimas horas, si, te estoy rogando que lo arregles de una vez.

—¿Como por que?

Le dijo, más molesto que curioso.

—Desde siempre, se han buscado, incluso si no habían sentimientos de por medio.

Y era verdad

—¿Y que pasa si siento que no es para mi?

Katie sonrió cálidamente, sabía que este chico era despistado pero no tanto.

—Es para ti, aún si dices que no.

Su rostro enmarcaba una expresión algo confusa, arreglarlo ya era un privilegio y no una opción como tanto espero a que fuera, pero solo lograba hacerse bolas con la cabeza, se odiaba por sobrepensar.

—Te veo mañana en mi casa, yo paso por ti, nada de excusas.

Keith abrió la puerta y solo se despidió con la mano de la menor, cerró la puerta y una vez lo hizo la camioneta avanzo, dejando que el se adentrara a su casa.

Cuando terminó de ducharse ceno como es debido, Se calentó y subió a su cuarto.

Keith era un dilema, Lance también lo era, ambos quizás se odiaron, pero ahora es distinto.

Y todo depende de lo que vaya a hacer Keith mañana en casa de Lance.

Esta vez el sueño le ganó.

Capítulo 14 Escrito por M⏫

Get Over [Laith/Klance] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora