ZODIAC TEENS

Capítulo 9

왠지 따뜻했던 그날 밤.—Taeyeon

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Navidad había llegado, y con ella muchos recuerdos de los cuales Tauro y Escorpio habían intentado sacar de sus vidas, aunque ya decían por ahí, que mala hierba nunca muere. Su madre había empezado a decorar la casa, y aunque los chicos no tenían ganas de celebrar esas fiestas, no les quedó más remedio que aceptar con buena cara al ver como ella se emocionaba como una niña pequeña al decorar el árbol. 

Su casa no era muy grande, pero era el resultado del esfuerzo que su madre había hecho para poder brindarles un hogar decente a sus hijos. Su padre les había dejado muchas deudas que pagar, y aunque al principio pudieron con algunas, cuando su madre cayó enferma, las cosas se complicaron mucho. 

Escorpio tenía asumido que su padre era un jodido cobarde, por eso, cuando se fue de casa sin dejar rastro, no se sorprendió. Ese día lloraron los tres, y no por su marcha, sino por la impotencia de no haber podido hacer nada. 

눈꽃이 내려앉은 두 볼에 oh oh.

En ese entonces los dos eran muy pequeños para poder ayudar a su madre con el dinero, pero hacían lo imposible para poder ayudarla en casa. A los dieciséis años, Escorpio empezó a trabajar en un bar a medio tiempo para así poder aportar ayuda económica. Compaginaba los estudios con el trabajo, y gracias a sus abuelos, que también ayudaron en lo que pudieron, salieron adelante. Casi pierden la casa, aunque tuvieron suerte, pues la ayuda económica de Escorpio y los abuelos había dado resultado. 

El problema fue cuando su madre empeoró y acabaron ingresándola en el hospital. Tauro también empezó a trabajar para así poder pagar el tratamiento que requería su madre. Los hermanos maduraron antes de tiempo, vivieron experiencias que a su edad, no tenían porque haber afrontado. Había sido muy duro crecer de esa manera, y aunque poco a poco las situación fue mejorando, había ciertos aspectos de su vida que nunca iban a olvidar.  

—Escorpio, ayúdame a poner la estrella en la cima del árbol.—pidió la mujer entusiasmada, haciendo que su hijo negara con la cabeza divertido.

—Ya voy mamá. 

스치듯 가벼운 너의 입술이 oh.

Tauro suspiró fatigada al acabar de tender la mesa, y miró por la ventana sin poder evitar sorprenderse al ver un poco de nieve cayendo. No era usual que en Barcelona nevara, por eso cuando lo hacía, aunque era poco y nunca cuajaba, Tauro no podía evitar mirar maravillada el paisaje. 

Tenía la sensación de que esa noche, iba a ser diferente, acogedora, así que ahora ya más tranquila, dio una bocanada de aire. El timbre resonó por toda la casa, y extrañada, se dirigió hacia la puerta. No esperaban visita, al menos no que ella supiera. Cuando abrió, no esperó encontrar a su mejor amiga junto a su hermana.