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Han pasado 1495 dias desde que he tenido contacto con mis padres.

Todo ha pasado tan rápido.

Simplemente, no puedo entender como sucedió.

Era peligrosa. Me temían.

Hasta mis padres me temían.

Hasta yo estaba asustada de mi misma.

No sabía el daño que podía llegar a ejercer mi cuerpo contra otras personas, no tenía idea.

Simplemente, no lo podía controlar.

Creo que en estos últimos meses he estado mejorando, pero los ataques vuelven cuando menos me lo espero.

Esa voz, sólo quería que se aleje de mi, ya no podía soportarla, he estado escuchandola desde hace más de cinco años, me estaba perforando la mente y no tenía idea de como pararla. Los médicos trabajan en ello.

He pasado más de cuatro años de mi vida en este 'manicomio'.

Desde que lastimé a la persona que más quería en este mundo estoy aquí.

Fue un error, yo juré que no lo volvería a cometer, pero no fue así.

No podía controlarlo, no podía, por más que quiera poder controlarlo, no se podía, no podía, no tenía el control.

Ese grave incidente llevó a mis padres a la decisión de llevarme al psicólogo, donde me diagnosticaron esquizofrenia.

Ahí fue donde todo comenzó, donde todos comenzaron a aislarme, a ignorarme, a alejarse de mi, a tenerme miedo.

Padecía de esquizofrenia, esa palabra no salía de mi mente.

Sí esa enfermedad en la cual escuchas cosas raras, voces que te obligan a cometer una locura.

Esa enfermedad que te lleva a la locura.

Siempre me repetía mi misma que no estaba loca. Yo sabía que no era así, sí lo estaba, pero a veces hace bien mentirse a uno mismo.

Se que fui un error, un error que mis padres no tendrían que haber cometido. Desde que estoy aquí he tenido pensamientos suicidas, en realidad, siempre los tengo, pero simplemente no me dejan hacerme daño aquí. Tampoco podría por más que lo intentara, el chaleco de fuerza no me lo permitía.

A veces me salía de control, quería lastimarme a toda costa.

En esos momentos, un líquido atravesaba mi piel y entraba en mi interior, a través de una aguja, era un sedante.

Mi vida no podría estar más llena de alegría. Noten la ironía.

Delirium. (Ashton Irwin y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora