Día 201

14 2 0
                                    

Me besó los labios con ternura, intentando dejar una huella suya en mis labios. Yo sonreí, era el beso más pequeño y a la vez el más grande que tuve en mi vida. A veces las cosas no se miden por su grandeza, sino que se miden por su intensidad.

Diario de Irina Monroy (segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora