Recuerdos
Maldigo aquel día en que llegaste a mi vida; la manera tan descabellada en la que te abriste paso a ella, la forma en la que tomaste posesión de mi cuerpo, la intención con la que te robaste mis sueños.
Maldigo aquella tarde, en la que probé el veneno de tus besos, en la que tus manos tomaron el mando de mi cuerpo, en la que tus ojos se clavaron en los míos.
Maldigo aquel medio día, en el que tu boca dijo las palabras mágicas, en el que tus manos tomaron mi cintura para cerrar el pacto, en el que se hizo oficial que había algo.
Maldigo aquella mañana, en la que estuve en tu cama, en la que dormí profundamente en tus brazos, en la que conocí a tus padres y hermanos.
Maldigo esa otra tarde, en la que tú cuerpo estaba por encima del mío, en la que tus manos tocaban cada centímetro de mí, en la que tu boca conocía todo de mí.
Maldigo esa primera mentira, que me hizo dudar de aquellos sentimientos que me tenías, que se encargó de que me sintiera insegura a tu lado, de que el amor de fuese acabando.
Maldigo toda aquella sensación que provocas en mí, maldigo el momento en el que te metiste sin previo aviso a mi corazón.
Pero sobre todo, maldigo el momento en que la magia de acabó y ahora maldigo el momento en el que ya no te tengo, ni tendré más.
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Diario de Irina Monroy (segunda parte)
Short Story¿Qué puede pasar en la vida de una chica en 365 días?