Día 215

4 2 0
                                    

Unos ojos que enamorarían a cualquiera, que con solo mirarlos te pierdes en el espacio; una voz tan linda que ella se vuelve tu música favorita; unos labios que sin siquiera tocarte te enamoran;  unos brazos que con solo abrazarte te sientes protegida; unas manos que encajan perfectamente con las tuyas; unos labios que al besarte por primera vez se vuelven tu droga; unas orejas perfectas para susurrarle miles de secretos; un cuello en le cual dejarle pequeños besos y también abrazarlo; unos labios que  morder en medio de un beso; un pecho donde esconderse cuando hay gente al rededor... y sus labios, ¡maldita sea!, juro que sus labios alteraron todos mis demonios.

Diario de Irina Monroy (segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora