Capítulo 6

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Narrador P.O.V

¿A caso había soñado que le pedía ayuda a Malfoy?

—¡Claro que no, estúpida! –le dijo una vocecita en su interior.

Se maldijo una y mil veces. Juraba que todo había sido una especie de pesadilla, lamentablemente no lo era. ¿Cómo había caído tan bajo?

Fue producto de la desesperación Hermione. –le volvió a decir la voz.

Se llevó una mano a su cara y masajeó el puente de su nariz. Había sido una muy mala idea todo esto, ¿ahora como miraría a Malfoy a la cara?

Se paró y luego de arreglarse salió sigilosamente de la habitación. No había nadie cerca, no se escuchaba ningún ruido.

Debe estar durmiendo. –pensó a medida que avanzaba hacia la salida.

Gran error.

—¿Por qué tan sigilosa Granger? –habló el rubio asustando a la castaña.

—¡Joder Malfoy! –exclamó– Me has asustado.

—Parece que estás huyendo de algo, o quizás de alguien. –mencionó.

—No estoy huyendo, simplemente iba al gran comedor.

—Si claro, como digas. –respondió con una sonrisa burlona– Nos vemos esta tarde después de la cena, no llegues tarde.

—Sabes lo puntual que soy. –dijo rodando los ojos.

—Sí, muy puntual… –rió levemente.

Hermione lo miró con mala cara y salió de su sala común, su plan de no toparse a Malfoy no había resultado. Se maldijo internamente una vez más por lo que había hecho.

Llegó arrastrando los pies y vio a Ginny ya sentada, esperándola con una gran sonrisa.

—¿Cómo te ha ido? –preguntó nada más sentarse la castaña.

—Pues le he dicho…

—¿Y qué te dijo?

—Me dijo que sí.

—¡Excelente! –exclamó para luego ver el semblante serio de la chica– ¿Qué pasa, no estás feliz?

—Tenías razón, es una completa locura.

—¿Por qué? ¿No es eso lo que querías?

—Sí, pero siento que cometí un gran error. ¡Estamos hablando de Malfoy! –exclamó por lo bajo para que solamente la pelirroja la escuchara.

—¡Merlín! Agradece que soy tu mejor amiga y te entiendo, pero sabes que no hay vuelta atrás. El pedirle ayuda al hurón es como haber hecho una apuesta con el diablo.

—Es un pacto con el diablo, no apuesta. –la corrigió la castaña a la vez que reía.

—Sí, eso mismo. No me cambies el tema. –dijo rodando los ojos– Sabes que te apoyo en esto y en todo lo que hagas, pero te dije que era una mala idea y ahora debes asumir las consecuencias.

—Lo sé, y lo siento. Debí hacerte caso y desistir de esta locura.

La pelirroja la miró con detenimiento para después dedicarle una sonrisa que la tranquilizó. Hermione sabía que contaba con todo el apoyo de Ginny y no dudaba que estaría en cada una de las locuras que se le ocurriera.

El desayuno pasó entre risas y bromas para luego partir a su clase de herbología junto a Ravenclaw.

Trató por todos los medios concentrarse en la clase, pero le era inevitable pensar que después de la cena tendría su primera clase junto a Malfoy.

Clases prohibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora