Clases prohibidas

Capítulo 16

Narrador P.O.V

La miraba con devoción y orgullo mientras dormía. Se sentía brutalmente afortunado de tener a su lado a la mujer más hermosa del mundo. Llevaban saliendo casi dos semanas y habían decidido mantenerlo en secreto.

Bueno, no tan secreto porque un día Ginny, Blaise y Theo, los habían reunido para que confesaran lo que sentían el uno por el otro en un elaborado plan que hubiesen seguido al pie de la letra si ellos no hubiesen estado ya juntos.

Grande fue la sorpresa del trío cuando vieron que Draco y Hermione se miraron y luego se echaron a reír, burlándose de ellos y abrazándose mientras se besaban.

«Llegaron tarde. ¡Ya estamos juntos!» había dicho el rubio ante la cara de estupefacción de sus amigos. Rápidamente sus caras cambiaron a una expresión de júbilo y los felicitaron.

La pelirroja miró a su amiga con expresión de «tenemos mucho de qué hablar, de mi no te libras.» La castaña solo asintió y tragó en seco porque sabía que se venían un millón de preguntas. En realidad eso no le importaba, mientras cierto Slytherin estuviese con ella todo estaría bien.

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—¿Cómo pasó esto? –preguntó Ginny mientras se recostaba en su cama.

—Yo… no sé de qué hablas.

—Si claro. –rodó los ojos– Anda cuéntame todo.

La castaña bufó y comenzó su relato.

—Bien, ¿recuerdas aquel día cuando nos enteramos que Harry había terminado con Chang? –preguntó.

—Pues sí, ese día te alegraste mucho, pero esa felicidad no llegó a tus ojos.

—Sí, como digas. –comentó restándole importancia– Ese día llegué a la torre y le conté a Draco el chisme, –hizo una pausa– después de varios minutos en silencio me dijo que las clases se terminaban ese día y que debía enseñarle todo lo que había aprendido. –volvió a hacer una pausa– Comencé y bueno… una cosa llevó a la otra y terminamos en su cuarto haciéndolo. –recordó sonrojándose.

—¡Qué! ¿Te entregaste por primera vez a Draco Malfoy? –comentó un tanto conmocionada.

—Sí… pero después de eso le dije que fue un error. —habló rápidamente.

—¿Qué hiciste qué? ¿Acaso eres idiota? ¡Cómo se te ocurre decirle eso a semejante espécimen! –exclamó contrariada, pegándole levemente en la cabeza.

—¡Pensé que todavía me gustaba Harry para ese entonces! –rebatió– Después de decirle eso nos alejamos, creo que te diste cuenta. –la pelirroja asintió– Pero eso no es todo, un día en la noche desperté y grité porque bueno, digamos que tuve un sueño erótico con Draco, –la chica no daba crédito a lo que oía– y llegó él, corriendo a mi habitación y le pedí que se quedara conmigo, digamos que le mentí diciéndole que tuve una pesadilla.

—¡Hermione, eres increíble! –rió.

—Y eso no es todo, –sonrió– me besó y bueno, nuevamente una cosa llevó a la otra. Recién ahí me di cuenta de lo mucho que me gusta Draco y que Harry solo era un encaprichamiento.

—¡Lo sabía! ¡Sabía que te gustaba Malfoy!

—Es que Draco es… simplemente perfecto con todos sus defectos y virtudes. –sonrió soñadora– Está vez le debo las gracias a Harry por hacerme ver lo mucho que deseaba estar con él.

—¿Harry? ¿Qué tiene que ver?

—Se enteró porque escuchó a Zabini, Nott y a ti  hablando sobre idear un plan para juntarnos, a Draco y a mi.