Hasta que las diferencias los separen.

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Llegaron a Seúl a las cuatro de la tarde, bajaron de ahí haciendo bromas, Hoseok soltaba ruidos raros en ocasiones que hacían reír a Jungkook; fueron directamente a la calle donde se encontrarían con las personas que los dejarían hablar con Miuna.

La calle estaba bien iluminada y no daba un miedo terrible como pensó Jungkook, habían personas pasando por ahí, todas muy normales.

—¿Seguro que es aquí?

—Tan seguro como que me llamo Hoseok, aquí encontraremos a mi amigo y él nos llevará al portal entre la tierra y Recah, Miuna habla todos los idiomas existentes, así que no te preocupes, nos hará unas preguntas, como ¿Por qué están aquí? ¿Por qué quieren casarse ante mí? ¿Qué tan seguros están? Contestáremos una cada uno, yo empiezo.

—Está bi...

—¡Hobi!

—Jefe, que bien que nos encontramos sin problemas.

—Lo mismo digo, pero preséntame a tu adorable prometido.

—Claro, jefe, él es Jeon Jungkook. Jungkook, él es Min Ho, es el jefe de la biblioteca de asuntos internos.

—Mucho gusto —dijeron al mismo tiempo estrechando sus manos.

—Bueno, en ese caso rápido, que el tiempo apremia.

—Sí, gracias.

—¿Él sabe que esto no es cierto?  — susurró Jungkook.

—No, y ni te atrevas a mencionarlo. Es igual de fanático que todos los demás.

—Hasta ahora no veo a un loco maniático.

—No lo demuestran a la primera, ahora calla.

Jungkook hizo un puchero.

—Muy bien, terminen de cruzar el callejón de ahí y verán un pozo, aplaudan tres veces y entonces verán a la gran Miuna.

—Muchas gracias, jefe.

—Siempre es un gusto ayudar a los enamorados —mencionó el hombre riendo —Rápido, que en Recah ya es tarde, Miuna irá a dormir en cualquier momento.

—Gracias —dijo Jungkook y tomó a Hoseok de la mano, para empezar a correr.

—¿Qué pasa? ¿Por qué corremos?

—Necesito que mi cerebro este listo para el lunes.

Hoseok ya no mencionó nada y mejor siguió corriendo, llegaron al pozo y Jungkook soltó la mano de Hope.

—¿Listo?

—Siempre.

Empezaron a aplaudir, y cuando terminaron se quedaron en un silencio profundo, esperando que Miuna saliera.

El agua del pozo, antes inexistente empezó a subir, tenía un color anaranjado, subió tanto que se desbordó y tuvieron que alejarse. Y de ahí salió el reflejo de una chica, con cabello negro, lacio y largo, ojos negros y grandes, su piel era muy morena, sus labios gruesos y su nariz un poco chata. 

—¿Qué los trae por aquí? —preguntó serena.

—Queremos casarnos ante usted —contestó Hope.

—¿Por qué?

—Porque no creemos en Klum y esto es algo muy importante para nosotros —dijo JK sin titubear.

—¿Qué tan importante? —cuestionó ella con insistencia.

—Estamos enamorados y solo podríamos confiarle a usted esto.

La vida que es escrita | Kookmin | #Bantangwriter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora