Una Gran Diferencia.

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JiMin no lograba comprender del todo de que estaba hablando Taehyung, pero pensaba que podía estar relacionado con la impresión por estar a unos segundos de morir. 

—¿Esta es tu casa? —preguntó JiMin con cordialidad mientras detenía el auto. 

—Sí, es esta, gracias por traerme. 

—No hay de que —respondió sin quitar su sonrisa. 

—¿Sabe que es lo más bonito de usted? —JiMin negó confundido y avergonzado —que siempre está sonriendo y es diferente a las demás personas, solo había visto a una persona como usted, Jungkook oppa.

—¿Jungkook oppa? 

—¡Sí! Jungkook oppa es mi futuro esposo —una vez que se dio cuenta de sus palabras giró los ojos entre arrepentido y avergonzado.

—Wow, te ves muy joven como para estar comprometido. 

—Bueno, Jugkook oppa todavía no dice que sí, nos llevamos siete años, tal vez es por eso —comentó Taehyung riendo, mientras se rascaba la cabeza, y decía avergonzado —pero Jungkook oppa es el único chico al que le dejaría ser mi esposo. 

—Parece que es una excelente persona. 

—Es la mejor... aunque si usted y Jungkook oppa se casaran, sus hijos serían perfectos —comentó riendo, después de esa pequeña charla se bajó del coche e hizo una reverencia. 

—¡¿Hope?! ¿Estás ahí? —preguntó Jungkook golpeando su mejilla, mientras pensaba "Wow, sí que soy un galán". 

—Sí, así que deja de golpearme, guión, golpearte —Hoseok abrió los ojos y los talló, y luego toda su cara —¿Ya estás adquiriendo recuerdos míos?

—No... Bueno me siento más alegré que de costumbre, ¿eso será una señal?

—No lo creo, bueno yo me siento más inquieto de lo normal, tal vez sí lo sea.

Pudo ver a personas que no conocía, pero sabía que eran sus padres, aquel recuerdo lo mareó, por lo que mejor se volvió a acostar.

Hoseok era de una familia de escritores, su madre lo había hecho, y por lo que podía notar, eran muy amigos de Klum; fue a una escuela de personajes, y era muy popular, muestran recuerdos de su hermana, de sus padres, de como aprendió a manejar y chocó el auto; todo normal, hasta que llegas a sus diecisiete y lo encuentras vagando por otros países, haciendo turismo y entonces entra a un callejón en Roma y choca con otro escritor, una chica para ser más precisos, su nombre era Lucía, trabaja en la biblioteca y es la jefa del departamento de libros antiguos, le habla a Hoseok de los altos funcionarios en el mundo, como lo son: Klum, Elizabeth, Miuna y luego sobre pequeños escritores que buscan más, habían dos nombres que Hoseok no conocía y luego estaban sus padres, al parecer tenían una autoridad importante, ellos elegían quien podía escribir y quien no, y a los que se convertían en verdaderas amenazas...

Lucía es una gran amiga, pero un día no la volvió a ver y no regresó, después de la desaparición misteriosa de la chica, Hoseok fue llamado a la corte e interrogado, por el delito de traición, pero salió bien librado, ya que era menor de edad y sus padres tenían un puesto importante, después de eso puede ver el día en que se conocieron y esa misma noche, como crea algo que lo hace inmune a Klum, lo hace casi un personaje tan aparte que podría ser un creador padre.

Y entonces despierta, es de noche y un sudor frío lo recorre, Hoseok no está, se reincorpora con lentitud y cuando termina de sentarse la puerta se abre.

—¿Tienes hambre? —pregunta con cordialidad su amigo, mientras sostiene una bandeja con comida, él asiente, se acerca y deja una bandeja en sus piernas —¿Quieres hablar de lo que viste?

La vida que es escrita | Kookmin | #Bantangwriter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora