Desde que no estás, mi vida esta tan llena de nada. De planes no realizados, de cuadros no dibujados. De canciones incompletas y mariposas muertas. Desde que no estas, se me fue el amor... se me fue el aire.Les lloró, les rogó que por favor fueran por ellas, que alguien debía hacerse responsable, pero no tuvo suerte. No pudo parar de llorar. Imaginarse a la niña y a Ethel solas, preguntándose qué le había ocurrido era demasiado para ella.
Lo peor era que tenía la habitación paga sólo hasta hoy, así que las echarían a la calle si no hacía algo pronto. Y no tenía cómo comunicarse con nadie. Le habían quitado su teléfono, y no podía llamar a nadie conocido por miedo a que sus teléfonos hubiesen sido pinchados.
Sólo le quedaba que Aidan empezase a preguntar en que comisaría estaba, y le ayudara, pero eso podía tomarle tiempo, y, mientras tanto, las dos personas a su cargo podían estar pasándolo mal.
— ¡Emma y Ethel están solas! —exclamó sujetando las barras de su celda como si quisiese atravesarlas—. Por favor, ¡que alguien vaya por ellas! —nadie le contestó.
En su desesperación, no pudo siquiera reclamar que la manera en que la habían encerrado aquí era un completo atropello a sus derechos. No la habían acusado formalmente de nada, no la habían interrogado, y no tenía un abogado que la pudiese defender.
En lo único en lo que era capaz de pensar era en que Emma y Ethel estaban solas, que había perdido su cita con Aidan, que el papel tan importante que pensaba entregarle para que a través de él le llegara a Robert estaba en su bolso, que habían confiscado junto con el teléfono nuevo que había tenido que comprar, ya que el otro era completamente inseguro.
Todo había salido mal, pensó agachándose en el suelo sin soltar los barrotes de hierro, con las mejillas mojadas por las lágrimas de desesperación.
Todo había salido terriblemente mal. Si estaba aquí gracias a Robert, y si él estaba tan furioso como se imaginaba, seguro que haría presión para que fuera presa a una cárcel en condiciones. No sabía nada de leyes, pero habían sido sus abogados los que consiguieron que le dieran diez años de cárcel a Nathan.
Ella no sería más que un pobre conejillo acorralado por toda una manada de temibles lobos de colmillos afilados. Estaba perdida, y Emma y Ethel corrían un grave peligro. Les había fallado, pensó llorando. Le habían entregado a Emma para que estuviera a salvo; no tendría lujos, pero estaría con un familiar que cuidaría de ella, dándole lo básico y amor.
Ethel la había buscado porque quería estar cerca de su nieta, y su otra opción era un asilo donde la trataban mal, bastante sucio y maloliente. Les había fallado a ambas y, aunque no era su culpa, no podía dejar de sentirse horrible. Si le pasaba algo a alguna de las dos, jamás podría perdonárselo.
— ¿Tío Robert? —dijo la pequeña voz de una niña en su teléfono. Robert, sintiendo que de repente le sacaban todo el aire del pecho, se detuvo en sus pasos.
Había tenido su teléfono en la mano a la espera de la llamada de sus abogados y ésta había llegado pronto.
Alice ya había sido arrestada, y ahora esperaba en una comisaría de policía en Nueva York. Gracias a que Mark Andrews había estado tras sus pasos, no les había sido demasiado complicado localizarla pronto.
Le habían seguido el rastro haciendo uso de todas las conexiones que podían tener. Amigos de altos mandos en la policía, gente que le debía favores, o hasta dinero, habían puesto su firma o dado su autorización para mirar la localización de teléfonos, usos de tarjetas y demás.
Pero ella había tenido mucho cuidado en no usar sus tarjetas, sólo efectivo, y había desechado su teléfono en un basurero en Chicago.
El aparato era inservible, y era el único número que tenía. Pero la habían encontrado. Se había registrado en un pequeño y muy barato hotel con el nombre de Ethel, y gracias a eso habían dado con ella. Robert se había asombrado un poco de que, a pesar de todas las carreras de su huida, ella no se hubiese ido sola, sino que llevara consigo a la niña y a la anciana.
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CORAZÓN con etiqueta 🖤🔖
FanfictionAutora Virginia Camacho «Saga Príncipes» «Candy Candy animé»