Famous and... Pregnant?!!

→ 38 . La verdad.

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Ruggero Pasquarelli.

— Pero bueno,  ¿Porque no me invitaron a la fiesta? .  — Escucho una vos a mis espaldas.  Veo como Karol aprieta sus ojos asustada,  beso su cabeza y doy media vuelta.

— ¿Que haces aquí?  Pensé que te había bastado con la golpiza que te di.  — Le digo con una vos fría. Estamos algo apartados así que los invitados siguen en lo suyo,  Michael se pone a mi lado.

— Por favor Pasquarelli. — Ríe falsamente.  — ¿Crees que esas cosquillas que me diste me iban a detener?  Por Dios. — vuelve a reír.

— Michael,  llama a seguridad.  — Le pido a mi mejor amigo. Este asiente.

— Eso no te va a funcionar....  — El Rubio juega con su cabello.  — ¿Que pensabas?  ¿Que no le tenía todo planeado?  — No se que decir ni que hacer .  En otro caso estaría seguro pero aquí está Karol y le podrían  hacer daño.

— ¿De que hablas?  — Digo extrañado.

— La seguridad que conseguiste,  trabaja para mi. — Ríe con malicia.

— Voy a llamar a la policía.  — Cojo mi teléfono del bolsillo.

— Piensa bien lo que vas a hacer.  La personas que trabajan para mi están armadas,  no querrás que una bala alcance a tu princesa.  — Amenaza.

Sin pensarlo dos veces,  guardo el teléfono.  Se que este hombre es peligroso y no puedo poner en riesgo mi vida y la de Karol. 
— Estas mal de la cabeza.  — Le digo para luego girarme a Karol.

Seco sus mejillas que están empapadas y tomó sus manos temblorosas.  — Por favor,  sacalo de aquí.  — Susurra asustada.

— Tranquila hermosa.  El no te va a hacer nada si yo estoy aquí,  tranquila.  — La abrazo intentando que se tranquilice.

Ni siquiera yo estoy tranquilo.

Estar atrapado con el aquí,  hombre armados trabajando para el y sin ningún tipo de método de Defensa,  es como un suicidio.  Sin que nos demos cuenta,  Lionel ordena a nuestros invitados que se vallan.  Ellos no se han dado cuenta de nada,  por suerte.  Me quedo quieto mientras sostengo a Karol entre mis brazos, desde lejos me despido con todas las personas que asistieron. 

No se porque nos tiene aquí encerrados,  tampoco se que planea hacer.  Solo se que nos quiere hacer daño,  que es un imbécil que busca venganza sabiendo que no le hemos echo nada,  nos odia sin razón cuando el fue el que hizo daño primero. 

— Ruggero,  Valentina no aparece.  — Dice Michael angustiado. Valentina cada ves esta más rara y eso tiene a Michael muy preocupado.

— Ya Michael,  seguro va a aparecer pronto.  — Le digo para calmarlo. 

— ¿Que mierdas le pasa? Su actitud no me gusta para nada... — Dice enojado.  Suspiro mientras me dirijo al sofá.

Me siento con cuidado mientras acarició la espalda de Karol,  casi puedo sentir lo tensa que esta por toda esta situación,  necesito que ella este bien.

— ¿Que mierdas esta haciendo?  — Pregunte al ver a Lionel hablando con alguien afuera.

— No lo se,  voy a intentar llamar a la policía.  — Dijo Michael en un susurro.

— Michael,  hay personas de Lionel observandonos. No podemos arriesgarnos.  — Lo detengo mientras Karol comienza a llorar con más fuerza.  Beso su mejilla y acarició su brazo pero nada parece funcionar. 

Cuando siento un alarido de parte de Karol,  la miro asustado.  — ¿Linda que sucede?  — pregunto.  Lleva las dos manos a su vientre y entonces se que no es nada bueno.

— Quiero ir a un hospital.  — Dice únicamente en un suspiro.  Mi preocupación incrementa y solo espero poder encontrar una solución rápido.

— Ruggero,  ¿Esa no es Valentina? — Señala a una rubia que esta hablando con el imbécil de Lionel.

— Si,  si es ella.  — Digo preocupado.

Mientras se dirigen a nosotros Karol aprieta mi mano,  estoy muy preocupado.  Solo quiero que mi princesa este bien.

— Amigos y amigas,  les presentó a mi socia.. — Señala a Valentina.  Abro mis ojos sorprendido y luego la miro enojado.

— ¿Que?  — Pregunto intentando no levantar mi tono de vos.

— Valentina,  ¿Eso es cierto?  — Pregunto Michael igual o más enojado que yo.  Ella mis mira sin saber que decir o hacer.

— ¡Responde!  — Le grito ahora yo. 

— Si...  — Dice en un tono de vos bajo.  Mis puños se aprietan hasta el punto que mis nudillos se vuelven amarillos.

— ¿Como pudiste...?  — Solloza Karol sin poder hablar siquiera.

— Y saben,  lo hizo muy bien.  — Lionel abraza por los hombros a Valentina.  — Me dijo las fechas del Baby Shower,  me ayudó a entrar a la casa,  y hasta me dijo que el embarazo de tu princesa es de alto riesgo.  — Ríe con malicia.

Abrazo con fuerza a Karol,  mientras sus lágrimas mojan mi camisa.  Esta destrozada,  y eso me pone mal a mi,  muy mal.  — No le vas a hacer nada a ella.  — Dice Michael. 

Nuestra única intención es proteger a Karol.  No nos importa nada más,  en este punto estamos todos destrozados pero mi princesa no puede estar mal.  Ella no puede.

— ¡Policia Nacional!  ¡Todos quietos!  — La mansión es rodeada por los tipos de la policía. Algunos de ellos intentan entrar rompiendo los ventanales y también hay elicopteros aquí.

— ¡Disparen!  ¡tenemos que salir de aquí!  — Dice Lionel.

Los hombres que estaban trabajando para el comienzan a accionar sus armas.  El sonido me aturde y siento los ventanales de casa rompiéndose.  Mi miedo en este momento es tan grande,  que lo único que hago es proteger a Karol,  quien está mucho peor que yo.

Solo espero que salgamos de aquí con vida.

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