43. Un nuevo comienzo .

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Ruggero  Pasquarelli

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Ruggero  Pasquarelli

Habían pasado ya tres semanas, tres semanas en las cuales las pequeñas lo único que hacían eran darnos trabajo . Un trabajo que ambos amábamos y disfrutábamos, aunque fuera difícil . Los primeros días habían sido todo un caos; Karol aún no podía hacer muchas cosas aunque quisiera, y yo era todo un desastre en cosas de bebés . Por suerte mis padres vinieron, y mi madre nos explicó un poco como debíamos hacer las cosas .

De no haber sido por ella, esta casa hubiera explotado hace mucho tiempo .

Ahora Karol dormía con  Adeleine, la más pequeña de las dos y la que menos trabajo daba . Era muy tranquila y muy parecida a su madre, y al parecer sus ojos iban a ser claros como los de Karol . Kiana era su contraparte, tenía los ojos más oscuros como los míos, unas facciones perfectas y además; odiaba la hora de la siesta . Estaba todo el tiempo despierta haciéndose notar, cosa que me encantaba porque podía pasar todo el día jugando con ella . Las amaba a las dos, sin importar como fueran . Habían llegado de una forma repentina y tal vez no en el mejor momento, pero de no haber sido por ellas yo no estaría con él amor de mi vida, y no estaría contando esta historia .

La prensa había sido un gran peso sobre nuestros hombros . Habían periodistas y paparazzis por doquier intentando encontrar información de nosotros, pronto sería hora de mostrarnos ante ellos y explicar nuestra desaparición en las cámaras, pero ahora era momento de concentrarnos en la recuperación de Karol y en el crecimiento de las bebes .

Con todo lo que ocurrió, al final no habíamos tenido tiempo de organizar las habitaciones de las pequeñas . Por esa razón, en ese mismo instante me encontraba pintando la pared de un color rosa pastel mientras que el lado contrario lo pintaba de un azul turquesa . Bien podría haber pagado alguien que lo hiciera, pero así me sentía, de alguna forma, un mejor padre para ellas .

Mi padre trajo hasta aquí las dos cunas sin armar, y en ese momento supe que toda la tarde la pasaría entre clavos y martillos armando esas cosas . Ni mi padre ni yo sabíamos hacerlo y eso ya era un problema, nos tardaríamos un gran rato en hacerlo además porque me negaba a perder mi orgullo y leer las instrucciones .

Los Pasquarelli podían hacerlo sin ayuda de nadie .

(...)

O tal vez no .

Llevábamos ocho horas intentando armar las condenadas cunas, y siempre se desarmaban o ni siquiera encajaban las piezas . El trasero me dolía de tanto estar sentando en el piso, mientras mi papá se había quedado dormido apoyado contra la pared . A este paso las cunas no estarían listas ni para diciembre, y no quería que Karol se diera cuenta que no había podido armar unas tontas cunas .

— ¡Amor! — Oh no .— ¿Aún siguen con eso?

— Bruno, dijiste que sabías como armarlas . — Habló también mi madre .

— Si sabía, pero mi último hijo nació hace más de veinte años, así que no me juzgues . — Señaló todas las piezas con cansancio .

— ¿Al menos leyeron las instrucciones? — Karol nos miró con una ceja alzada mientras sostenía a Kiana sobre su hombro — Ruggero...

— Los Pasquarelli no necesitan instrucciones — Me encogí de hombros ante su mirada .

— Esto no dice lo mismo . — Señaló mi madre . Mi padre bufo levantándose del suelo.

— Ruggero, tienes que leer las instrucciones . — Karol las levantó del suelo leyéndolas levemente .

— No sirven para nada . — Me defendí .

— ¿Ah no? — Me retó Karol . — ¿Que pasa si la armamos más rápido que ustedes?

Desde ese instante supe que habíamos perdido .

(...)

— ¿Que pasa, pequeña? — Dije tomando a Kiana de su portabebes  al sentirla llorar . Comencé a dar palmadas en su pequeña espalda, mientras ella aún soltaba pequeños lloriqueos que se fueron al sentir mi tacto .

— Solo quiere atención, igual que su abuela . — Dijo mi padre con su asiento italiano mientras cocinaba .

— ¡Te escuche! — Advirtió mi madre desde el comedor .

— ¿Como esta mi sobrina favorita? — Agus me arrebató a Kiana de las manos .

— ¿Que no era Adeleine? — Pregunto Jorge mientras comía unos chips. Agustín lo miro con indignación mientras llevaba una uva a su boca .

— Ambas son mis sobrinas favoritas . — Le sacó la lengua infantilmente .

Reí por su pelea escuchando la voz de Karol hablando animadamente con Carolina, la nueva novia de Agustín . Al parecer tenía su aprobación, una suerte pues la última novia de Agustín que no le cayó bien a Karol terminó en el uno de los lagos del Central Park en New York . Seguí revolviendo el guiso para la pasta, mientras mi padre terminaba con la carne .

No era por presumir, pero los Pasquarelli eran los mejores cocinando .

— Así que, ¿y Mike? — Pregunto Agustín sentándose al otro lado de la isla .

— Esta cuidando de Olivia . No tener la ayuda constante de Valentina debe ser difícil, Karol y mi madre le ofrecieron venir aquí, al menos hasta que las cosas se solucionen . — Respondí tratando de no sonar preocupado por la situación .

Valentina había entrado a un centro de rehabilitación. Mike tenía la custodia de la niña, al menos hasta que Valentina terminara con su tratamiento, y se debía hacer cargo de ella . Era difícil pues no sabíamos cuánto tiempo iba a tardar Valentina, y la niña necesitaba de su madre, pero Mike y todos sabíamos bien que Valentina se esforzaría por su hija y por Michael .

Ella enserio los amaba .

— Se ve delicioso — Karol me abrazó por la espalda . Deje el cucharón a un lado para girarme a verla, y la abracé contra mi pecho .

— Como tu . — Comente haciendo que sus mejillas se enrojecieran y que me diera un leve golpe en el brazo.

— Tonto — Rodó los ojos .

— Tu tonto — Dije para después darle un casto beso en los labios .

¿Se podía amar más a una persona?

(...)

Ya en nuestra habitación, veía como Karol alimentaba a Kiana mientras yo cargaba a Adeleine . Me era difícil apartar mi mirada de ella, se veía tan bien con la niña en brazos, estaba siendo una gran madre, y aunque al principio le daba miedo incluso tomarlas en brazos, ahora era más que una experta.

— ¿Tengo algo en la cara? — Pregunto en un susurro con una sonrisa traviesa .

— Ojos, nariz, labios ... — Bese su boca al terminar de decir la frase .

— Hable con mi disquera . — Dijo en un susurro cambiando de tema cuando nos separamos .

— ¿Ah si? ¿Que hablaron? — Pregunte prestándole atención a sus palabras.

— Trabajaré en un nuevo álbum... Y comenzare con la gira . — Habló con la vos algo temerosa .

— Si ese es tu sueño sabes que te apoyaré, siempre estaré para ti . — La abrace dejando a las bebes de por medio .

Era hora de un nuevo comienzo .

Famous and... Pregnant?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora