Epiologo

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— ¡Karol, ¿sabes dónde están mis zapatos?! — Grita Ruggero desde la planta de arriba. Sigo concentrada en mi computadora mientras envío algunos e-mails.

— ¡Hace un momento los tenía Pez! — Gritó sabiendo que se frustrará por aquello.

Veo al perro corretear por aquí y por allá con los zapatos favoritos de mi marido en la boca. Me encojo de hombros, el también había aceptado al perro, además había apollado la idea de nuestra pequeña de llamarlo Pez. Adeleine quería un perro y Kiana un pez, ahora tenemos un perro que se llama pez y un pez que se llama perro. Es una completa confusión pero ellos parecen felices con sus nombres.

— Mami, ¿La tía Valu y el tío Mike vendrán? — Preguntó la pequeña Kiana jalando mi camisa. La cargué en mis brazos yendo a la cocina por un poco de chocolate.

— Llegarán mañana, mi amor. — La pongo sobre la isla — ¿Galletas?

— ¡Si!

Mis pequeñas cumplirían cuatro años en dos meses. Si, el tiempo había pasado rápido. Cuando las bebas tenían seis meses, las presentamos ante la prensa, y aunque fue un caos los primeros días, tanto mis fans como los de Rugge supieron entenderlo. Hace un año y medio, publique mi nuevo álbum, lo titulé "New life" porque representaba a la perfección lo que ocurría en mi vida en ese momento. Fue un completo éxito, dos meses después tuve una gira.

Hace seis meses colaboré con la banda de Ruggero, Jorge y Michael. No se como no se nos había ocurrido antes, fue más que especial poder hacer lo que amo junto a algunas de las personas más importantes en mi vida. Por supuesto, nuestras pequeñas nos acompañaron, no queremos que tengan mucha exposición a los medios, queremos que tengan una vida normal pero eso no significa que las dejaremos de lado en nuestro trabajo.

Ahora mismo estábamos en Italia. Habíamos comprado una casa "vacacional" en Pescara, a Ruggero le hace mucha ilusión venir aquí y a mi también. Encontramos una buena escuela para las niñas, ahora mismo están de vacaciones. Ellas también aman Italia, sobre todo Adeleine que insiste en que vengamos a vivir aquí, quizás lo hagamos en un futuro, después de la boda.

Miró el anillo en mi dedo anular antes de suspirar. Ruggero y yo nos casaríamos en menos de un mes, antes del cumple de las niñas. De los preparativos se estaba encargando Carolina, la novia de Agus, la madre de Ruggero y Katja, una amiga cercana. ¿Me sentía nerviosa? Si, pero era más la emoción que los nervios o la ansiedad. No podía esperar más a aquel día porque me comenzaba a cansar de llamar a Ruggero "novio", él era mucho más que eso.

— Toma, linda — Dejó las galletas a un lado y pongo a Kiana en su silla de bebés.

Ella se lleva una de las galletas a la boca, sus regordetas mejillas se inflan y toma sorbos de leche de vez en cuando. Tomó una barra de chocolate de la alacena y la como con lentitud sin perder de atención a Kiana, quien se concentra en comer mientras mira el iPad, le he puesto algunas caricaturas.

— Mamá, papá está enojado porque Pez comió sus zapatos — Adeleine entra a la cocina, seguida por Ruggero que camina hacia mi enojado con sus zapatos mordisqueados y babeados en la mano.

Río con ganas y él me mira mal.

— Ya, amor. Te advertí que los pusieras en su lugar, ahí te ganas por desordenado.

— No es justo, ese perro me odia. — Señala al pequeño can que acababa de entrar a la cocina.

Adeleine se duerme en mis brazos mientras Rugge juega con Kiana, quien sigue despierta y activa. Se acerca la hora de ir a dormir, estoy segura de que ella no va a querer, pero son casi las ocho de la noche. Subimos con ambas a la habitación, Ruggero me ayuda a preparar sus camas mientras yo les doy un pequeño baño a ambas. Les pongo el pijama y desenredo sus largas melenas. Adeleine es de cabello rizado, a pesar de tener mis ojos, tiene los ricitos de Rugge. Mientras que Kiana tiene el cabello laceo y más oscuro como el mío.

Famous and... Pregnant?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora