Capítulo 02

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Día 2



Tras una extensa noche de miradas, aquel lobo plateado, desistió de mi y se fue a buscar otra presa.


No logre dormir nada, con temor de su regreso.


-Condenado, no me dejó pegar un ojo en toda la noche.


Acostumbrado a jugar hasta tarde en la noche, un día en vela no era para tanto, sin embargo, volvía algo complicado el tema de conseguir agua y comida.


Mis ojos cayeron sobre esa fruta horrible, debía pensar en algo, otra cosa para comer sería bueno.


Agarre el marcador, con gran voluntad me encamine al otro lado, esta vez yendo al oeste, tomando como sur el primer camino y norte el segundo.


Me detuve al observar el bosque.


"Podría encontrar a ese lobo".


Eso no iba a evitar que encontrase criaturas peligrosas, aun asi no podía quedarme en ese lugar a morir.


Reuní valor para abandonar la zona segura, adentrándome más y más.


Llevaba varios minutos caminando y aun no veía nada prometedor.


Bosque y más bosque, había por delante.


Mis pasos comenzaban a ceder.


Mi estómago rugía, algo que no era bueno para ocultarse.


Tome una de esas frutas y fui comiendo con un gran pesar.


Al terminar la mitad de la misma, la arrojé lejos de mi posición.


Si no mal recuerdo de las historias, debía evitar cargar comida, algo que no había tomado en cuenta hasta ahora.


"Debería servir como seguro".


Pude escuchar algún ruido en dirección a la fruta que arrojé.


"Espero eso haya sido mi imaginación".


Continúe mi camino en línea recta, debía evitar a toda costa desviarme.


El camino era difícil para una persona sedentaria, sin contar que la emoción y la ansiedad me mantenía alerta.


Tras unas horas de caminata segura, llegué a oír un sonido familiar.


Fui con cuidado, buscando la fuente de ese sonido nostálgico.


Un pequeño río era lo que se encontraba ante mis ojos.


Quería dar un salto y lanzarme al agua, algo que no podía hacer hasta asegurar que no había peligro.


Miré detenidamente los alrededores, no encontraba nada amenazante o eso me gustaría pensar.


Un gran grupo de esos mismos ciervos se encontraban bebiendo allí dónde alcanzaba la vista.


Tal vez yendo con cuidado podría llegar a beber sin molestarles.


"No, no, no, es una mala idea, el de ayer tenía un temperamento horrible, si esa cantidad se lanza sobre mi, es una muerte segura".


Al ver tanta agua junta, la sed comenzaba a picar en mi garganta.


"Joder quiero agua".


Fui despacio rodeando el borde del río, sin aléjeme de la vegetación que me mantenía oculto.


Mis pasos eran cuidados, sabia que estaba muerto si no iba con cuidado.


"Agua".


Me adelante y con ello, fui visto por uno de esos ciervos negros.

El Primigenio (Isekai) (En Emisión) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora