Capítulo 04

69 8 2
                                    

Día 3



Había dejado el claro para buscar alimento entre otras cosas.


Debía haberme tomado el tiempo para crear algún arma, tal vez utilizar las almejas para formar un cuchillo siquiera.


No pensé en eso antes, asi que seguí mi rumbo, no podía detenerme al haber decidido regresar al bosque.


Si me descuido podría morir, el problema es que debo buscar una ruta de salida de este bosque.


El primer problema es la comida, antes o después, mi cuerpo ira debilitándose si solo como esas cebollas dos punto cero.


El segundo problema es el claro, si se reduce el tamaño del claro, significa que mi vida pacífica va a perderse, al menos la zona de seguridad y con ello, debería encontrar otro sitio en el cual dormir y eso no sería seguro.


Me fui adentrando en el bosque, con mucho cuidado, de no ser descubierto, encontré otro animal extraño.


Esta vez, parecía ser una especie de prímate o mono bastante grande, su pelaje era de color caramelo, mientras tenía unas manchas grises, sus extremidades eran musculosas y sus dientes se veían muy afilados.


Estaba trepado a uno de los árboles, parecía cargar una fruta diferente a la cebolla dos punto cero.


Al menos se le veía feliz al comer esa fruta.


"Quiero probarla".


Mi boca hacia agua, tenía deseos de comer algo diferente al menos una vez.


Me aleje de ese camino, debía evitar ser detectado, sin embargo no pensaba renunciar a conseguir esa fruta, se veía deliciosa.


Esa fruta verdosa, con una pulpa verde y de un gran núcleo, era una delicia ante los ojos inexpertos.


Seguí recorriendo el bosque, sin olvidar marcar el camino que iba siguiendo.


Pase por debajo de algunas raíces que se encontraban sobresaliendo en gran medida, de tal forma que habían formado un camino.


Allí mientras quedaba tan expuesto, encontré una mini palmera adherida a esas raíces, llevando una fruta enorme y de aspecto sabroso.


Esa fruta parecía una piña, eso me tenía expectante, ya que como recuerdo, sus frutos tardan años en madurar.


El problema real era su color.


"Naranja, no me da buena espina esto".


De mis recuerdos, las cosas llamativas siempre fueron las más peligrosas.


Observé otras de esas mini palmeras, encontrando unas sin frutas.


Pude ver que habían restos de esa fruta en el suelo circundante, eso levantaba mis ánimos, ya que podría ser comestible.


Quería hacer la prueba, aun así no me animaba, ese color y la situación de ver restos tan grandes, no me parecía algo bueno.


Corté una y la llevé conmigo, puede que no la vaya a comer ahora, pero si logro confirmar que es comestible, entonces no seria mala idea probarla.


Suspiré, viendo que ese bosque, era tan grande como una ciudad.


-A este paso, solo me queda morir de hambre o ser comido.


El espacio entre las raíces, daban un aspecto hermoso al lugar, los rayos del sol apenas atravesaban las enormes raíces que marcaban este sendero.

El Primigenio (Isekai) (En Emisión) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora