Capítulo 08

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Día 5

Me reí, este día iba a ser un infierno de muerte.
Hay algo más peligroso que ese pollo gigante.
Era en la mañana y solo tenía esa fruta horrible para comer, la cual terminó siendo mi desayuno.
Los huesos de aquel pollo gigante, seguían en su sitio, por lo que puedo destacar que no atacaron el claro.
Decidí llevarlo conmigo esta vez, el tamaño era mayor al medio metro, no por mucho pero podría ser útil de alguna forma.
Respire hondo, sabía que tenía que abandonar el claro.
Me arme de valor y di un paso fuera de este.
-Ya estoy fuera, es momento de marcar el camino de escape.
Se bien que tengo que ir al lodazal, necesito encontrar una ruta que me saque de este lugar.
No es que crea que esos sueños son premonitorios, la respuesta es simple, aquella mujer bañándose en el río.
Estoy seguro que hay una forma de cruzar, desde allí es cuestión de evitar morir.
Si recuerdo bien, hay un monstruo en el lodazal, aun asi no necesito entrar en el, sino lo que necesito es pasar por un camino.
Pensando un poco más con calma, hay varias criaturas aquí, si aquellos demihumanos, son criaturas que viven lejos de aquí, es mejor encontrar el camino que siguen.
Centrándome más en ello, recorde aquella ruta en el pastizal.
Por supuesto que todos estos pensamientos los tuve en el claro, ya que de forma inconsciente, me adentre en este sin haberlo notado.
Volviendo a lo importante, se que hay una ruta, solo debo encontrarla.
...
Me adentre en el bosque, sin saber que algo me estaba observando.
Lo noté tarde, ya que un lobo en solitario había huido al encontrarme.
Busque en todas partes y no lograba encontrar al agresor.
Entiendo bien que un lobo no va a huir de mi, asi que ante tal peligro, comencé a correr como si no hubiese un mañana.
Corrí por el pastizal, deseando llegar al lodazal.
...
Silencio.
Algo asustaba a las otras criaturas y puedo estar seguro que yo soy su presa.
Al voltear, pude ver a una pequeña criatura saltando por unas ramas, siguiendo mi ruta.
"Si esa pequeña cosa es la amenaza, incluso si le doy con el hueso, la podría matar".
Me frene para enfrentarla y allí noté, no era una sola criatura, eran varias, tantas que perdí la cuenta.
"Se camuflan con el lugar".
Su color de piel era verdoso manchado, eso les hacia camuflar con suma facilidad en el bosque.
Comprendí a que le temía el lobo.
Era una manada de más de cien de esas criaturas.
Retomé a correr sin pensar en nada, llegue al lodazal en poco tiempo y allí, pude notar un pequeño sendero casi invisible.
No era un camino en el lodazal, sino que eran piedras que daban la sensación de ser un camino.
Me arriesgué a mí muerte, saltando por esas piedras.
Recuerdo con claridad lo que le ocurrió a aquel pollo gigante, no quiero terminar igual.
Las pequeñas alimañas me seguían incluso en este camino.
-¡¡Ya déjenme en paz!!.
Pude notar una turbulencia en el agua del lodazal, estoy seguro, algo viene.
Seguí saltando sobre esas piedras, mientras las pequeñas criaturas no me perdían el paso.
"Están muy cerca".
Una de ellas ya saltaba a donde me encontraba.
Solo por reflejo le golpee con el hueso, haciendo que cayera al agua.
Ante esta situación el resto frenó y luego con los ojos inyectados en sangre, avanzaron en desesperación.
Volvió a saltar otra y repetí el mismo resultado.
Asi esto se repitió siete veces antes de estar llegando al otro lado.
Pude ver algo asomarse desde el agua.
"Mierda no esa cosa".
Corrí a plena velocidad, sin pensar en nada más que llegar al otro lado.
Salté de la última piedra, para ver unos tentáculos salir del fondo del lodazal y comenzar a arrastrar a todas esas pequeñas criaturas.
Salió una gran boca con varias filas de dientes en ella, devorando todo a su paso, eso incluía a esas pequeñas criaturas.
Uno de esos tentáculos se aferró a mi, en pánico lo golpee y sin soltarme, use la almeja para cortarlo, al hacerlo me lanzó a la orilla del otro lado, lo que me llevo a una situación diferente, un lugar desconocido hasta ahora.
Mis ojos se perdían en el vasto campo ante mis ojos, un color lavanda era lo que podía verse tras el lodazal.
Todo el suelo estaba lleno de plantas en flor, eso dejaba la sensación de campo lavanda.
Podía ver un sendero entre esas flores, lo que seguía largo, llegando a ver en su sentido, un pequeño bosque y varios animales que estaban alimentándose de esas flores.
"Herbívoros esta bien, es seguro".
Comencé a caminar en ese sendero, solo para descubrir que era absurdamente extenso.
A primera vista parecía ser poca distancia, pero a medida que iba avanzando, fui notando lo variado del terreno y lo que dejaba en claro que estaba lejos del lugar.
Sin embargo había algo que me hizo querer correr, pude ver personas a lo lejos.
-Esto es un golpe de suerte.
Con ese pensamiento en mente, continúe mi camino, sabia que era peligroso, pero no podía ignorar que estaba solo en este lugar.
Al menos debía intentar que me reconozcan.
Mis pasos iban sin un ápice de duda, eso solo continuó asi hasta descubrir que no iba a ser tan fácil de resolver el problema.
Varias personas se encontraban con distintas herramientas de campo.
Solo que su color de piel era marrón caramelo o dorado, no sabría describirlo a esta distancia, sin embargo también pude ver en ellos, unas cosas extrañas en sus cabezas.
Parecían llevar cuernos cortos, de color negro azabache.
Podía saber sin temor a duda que ellos no eran humanos.
En esta situación ¿Qué otra decisión podría tomar?.
Si voy y me encuentro con ellos, es probable que me ataquen.
En el peor de los casos, solo debo volver al claro.
Mis ojos se detuvieron a observar el lodazal.
-No, esa es una mala idea.
La dos opciones eran malas ideas, puedo asegurar que pasar la noche en este lugar tambien debe ser una mala idea.
"¿Qué acción debo tomar?".
Observe el tamaño del campo, las únicas personas eran ellos, entonces no tenia forma de evitar tratar con ellos, es eso, o regresar al pastizal atravesando el lodazal.
Difícil decisión.
Pude sentir algo pasar cerca de mi rostro.
Volteé a ver, siendo sorprendido por una flecha que pasaba ante mis ojos.
Una hermosa mujer de piel morena y de cuerpo bien entrenado, se encontraba con un arco apuntando en mi dirección.
-****** *****.
Siento que quería saber que hacía allí.
-Lo siento, no se donde estoy.
Levanté los brazos en respuesta a su advertencia.
Ella lanzó otra flecha, la cual volvió a pasar a mi lado.
-** ***** ****.
Me quede congelado, siento que si me muevo, la próxima flecha me va a dar.
Ella no se detuvo, me veía sin siquiera pestañear.
No se cuanto tiempo se mantuvo ese concurso de miradas.
Ella bajo su arco, haciendo un gesto con su mano.
Me quedé inmóvil, hasta que ella volteó a mi y me señaló un lugar al cual ir.
Comencé a caminar con cuidado, mientras ella seguía su rumbo, ignorando cualquier acción que pudiese hacer.
Entiendo en este punto, si yo hago cualquier cosa, me van a matar, en cambio si la sigo, tengo una oportunidad de vivir.
Se bien que regresar al claro es imposible, también se que dormir a la intemperie es igual de imposible.
Seguí sus pasos hasta llegar a una cabaña aislada del pueblo, allí ella entro y entré tras ella.
Al cruzar la puerta, un golpe llegó a mi abdomen, haciendo que cayese sin poder recordar lo ocurrido.

El Primigenio (Isekai) (En Emisión) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora