Manhattan - Nueva York.Maggie caminaba con pasos firmes hacia las inmensas puertas de fina madera que permitían el acceso a la oficina más grande del edificio. Tocó dos veces en la oscura madera y posteriormente la abrió lentamente encontrándose con la figura de su mejor amiga tras el costoso escritorio, atendiendo una llamada.
Quiero que esté aquí a las dos.- Ordenó Daniela tecleando en el MacBook de escritorio.- Habrá una importante reunión con respecto a publicidad y necesito a alguien competente.- Su voz comenzaba a sonar molesta. Mientras tanto Maggie tomó asiento frente al escritorio y se cruzó de piernas.- ¡Me importan una mierda las fiestas navideñas!- Gritó al fin molesta y la rubia no pudo evitar mirarle con una ceja elevada.- Si no hace lo que le estoy pidiendo puede tener por seguro que no descansaré hasta verlo acabado.- Amenazó para posteriormente finalizar la llamada.
¿Se puede saber qué te tiene tan de mal humor?- Cuestionó la rubia observando como Daniela se reclinaba en el asiento y cerraba los ojos.
Me molesta la incompetencia.- Respondió la mujer de ojos avellana antes de abrir los ojos y tomar entre sus manos algunos documentos.
¿Estás segura que no tiene nada que ver con la sexy modelo que vendrá hoy?- Interrogó con una sonrisa pícara.
Maggie. Si continúas así me importará un carajo que seas mi amiga y te despediré.- Advirtió irritada la empresaria.
La rubia rodó los ojos.- Sigo sin comprender por qué te afecta tanto que ella venga.
¿Recuerdas la historia de la que te hablé cuando nos conocimos?- Cuestionó Daniela mirándole fijamente a los ojos. Maggie pudo contemplar destellos de ira, de rencor y frialdad, sin embargo se limitó a asentir.- Ella es la chica.
Los ojos celestes de la rubia se abrieron con sorpresa recordando cada palabra que su mejor amiga le había narrado un año atrás respecto a aquella chica. ¿Cómo podría ser aquello posible? Se cuestionaba.
Definitivamente el destino eran algo sumamente poderoso. Y ellas aún no tenían idea de cuánto.No comprendo.- Dijo Maggie tras algunos segundos.
¿Qué es lo que no comprendes?- Cuestionó la empresaria firmando algunos documentos para la transportación de ingredientes a los establecimientos de Francia.
¿Por qué aceptaste la sugerencia de Connor incluso luego de saber que se trataba de ella?- Interrogó curiosa a la vez que se acomodaba en la silla.
Porque el hecho de que se tratase de ella solo fue un imprevisto. Un minúsculo obstáculo en el camino a mi objetivo.- Respondió Daniela dejando el bolígrafo a un lado para centrarse en su mejor amiga.- Ahora mismo lo único que quiero es superar la campaña de Marriott International y no me interesa cómo, pero lo haré.
Maggie mordía el interior de su mejilla mientras su vista se clavaba en algún punto de su regazo. La rubia sabía que Daniela podría ser mil cosas, sin embargo todos sus negocios siempre eran legales e inclusive justos.
¿No te interesa lo que ella te hizo en un pasado?- Interrogó la secretaria.
Una fría carcajada brotó de los labios de Daniela.- ¿Habría de hacerlo?- Preguntó divertida.- No me interesa quién sea ella, Maggie. Es un peón más en mi preciado juego y no pienso desaprovechar la oportunidad.- Una media sonrisa se colocó sobre sus labios.- Con ésta campaña probablemente pueda destruir la reputación de Howard Griffin y su mediocre cadena.
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Sin fronteras
Fanfiction• Daniela Calle • Recuerdo que dolía. Pensar en ella dolía. Dolía de una forma infernal. Recordar su esencia me desgarraba por dentro. Hasta que un día... cesó. El dolor se detuvo. Yo ya no quería nada más de ella. No anhelaba tenerla en mis...