Capítulo 6: Libro

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RILEY'S POV:

Hicimos el trabajo discutiendo lo que debíamos poner y que no. Obviamente no lo terminamos porque me fui antes de golpearlo.

Es insoportable

Caminé a casa, está bastante lejos pero quería pensar. Los autos pasaban rápidamente a mí lado y los impulsos de tirarme hacia alguno no me faltaban.

El aire comenzó a faltarme y apreté mis puños, quería llorar, no soy segura de porque, pero quería hacerlo, empecé a rasguñar mí brazo izquierdo y mí respiración se aceleró mientras las lágrimas caían por mis mejillas

Un ataque de anciedad

O eso pienso yo, a veces me pasa cuando me guardo todo para mí, simplemente explotó y empiezo a lastimarme. Me tiró el cabello y me rasguño brazos y piernas.

No me di cuenta de que mí brazo había empezado a sangrar hasta que un mujer me miró horrorizada

-Niña, te está sangrando el brazo- dijo algo preocupada y mire, tenía razón. Ignore a la señora y seguí caminando, el aire cada vez me faltaba más

-¡Riley detente! ¿Que haces?- alguien tomo mí hombro y me dio vuelta, me agarró la mano y la separó de mí brazo lastimado

-¿Que quieres?- le pregunté a Cameron tirando mí mano para que la soltara, limpie mis lágrimas con rabia

-Lo siento, yo no debí tratarte mal- dijo sincero y sonreí irónicamente

-¿Crees que hago esto por ti? No seas tan crédulo- hablé molesta rodando los ojos antes de darme vuelta y seguir caminando

-Hablo en serio Riley- dijo detrás de mí- Creo que deberíamos llevarnos mejor, si vamos a hacer este estúpido trabajo juntos, por lo menos deberíamos no odiarnos.

-No te odio- dije y se paró delante de mí

-¿Que?

-Que no te odio Cameron- respondí respirando hondo, tomo mí mano izquierda y miro mí brazo

-Tienes que limpiarte esto antes de que se infeste, mí departamento esta a dos calles, vamos- entrelazó nuestros dedos y empezó a llevarme

-No quiero ir a tu departamento Cameron, debo ir a mí casa- le dijo intentando soltarme de su agarré

-Deja que te cure, serán unos minutos, deja de ser tan terca.

-Yo puedo cuidarme sola

-A todos nos gusta que alguna vez nos cuiden. No somos tan fuertes.- dijo simplemente y rode los ojos

-Esta bien, pero sueltame- le pedí me miró sin detenerse, me sonrió y me soltó. Caminé a su lado y suspiré, mí ataque ya había parado.

Eso creo

Cameron me llevo a un edificio y subimos al ascensor, ambos en silencio, uno bastante incómodo.

Llegamos al piso 52 y me guió por un largo pasillo doblo un par de veces y se quedó parado frente una puerta de madera

-Te advierto que las personas con las que vivo, no son las más ordenadas- dijo nervioso e hice una mueca

-No te preocupes- dije- Estoy acostumbrada al desorden- no es cierto, odio el desorden y por eso obligó a Alex y Ares a limpiar todo lo que ensucian.

Cameron me sonrió y abrió la puerta, pensé que iba a estar más desordenado, pero estaba normal, alguna que otra remera tirada en el piso y muchas hojas en el sillón y mesita ratonera.

Aquello que creiamos perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora