Capítulo 41: Triste

274 12 1
                                    

RILEY'S POV

Me quedé con Ryan durante un rato hasta empezó a llover, entramos al hospital y nos sentamos en la sala de espera, esperando recibir noticias de la salud de Ares

Las horas pasaron lentamente, hasta que por fin nos dejaron entrar a verlo, deje que Vita y Ryan fueran primero y me quedé sola con Gareth, Ares no lo quiere y por eso prefiero quedarse afuera

-¿Cómo está tu hermano?- me preguntó Gareth- Hace tiempo no lo veo

-Él está bien, algo triste por lo que pasó, pero más allá de eso, está bien- respondí, digamos como que Gareth no me quiere mucho, ya que siempre fui de decir lo que pienso y eso a él no le agrada

-¿Y tú padre? Escuché que estuvo en rehabilitación

-No sé nada de él, solo lo de la rehabilitación- dije moviendo mí pie ansiosamente

-Es un buen hombre, se desvió un poco después de lo que pasó con su madre, pero...

-¿Un poco?- lo interrumpí y lo miré

-Si, lo siento, estuvo mal lo que hizo, pero él no era consciente de sus actos, estaba ebrio...

-Disculpe, pero ya no quiero hablar de eso- volví a interrumpirlo y desvíe la vista a otro lado. Vita y Ryan tardaron bastante, hasta que salieron y ella tenía los ojos rojos e hinchados, supongo que lloró dentro de la habitación

-Creo que ya debemos irnos- dijo Gareth y Vita asintió

-Puedo quedarme contigo- me dijo Ryan

-No creo que sea buena idea- no me dejó responder Gareth- debes tener tarea que hacer

-No puedo dejarla sola- hablo melesto Ryan y puse mí mano sobre su hombro

-No te preocupes por mí, estaré bien, pero si quieres puedes quedarte- dije y miré al hombre- Señor Gareth, estoy segura de que Ryan puede hacer su tarea después, yo personalmente puedo ayudarlo

El hombre me miró algo molesto un tiempo hasta que suspiró- Está bien, pero no vuelvas tarde a casa

-No te preocupes, confío en que Riley se encargará de que vuelva a casa temprano- Vita termino de convencerlo y ambos se fueron.

-Eres libre por unas horas- le dije a Ryan cuando sus padres desaparecieron de nuestra vista

-¿Y eso que?- me preguntó y le sonreí

-Ve a divertirte con tus amigos- lo anime y me sonrió

-¿Qué hay de ti?

-me quedaré un rato más, no tengo mucho que hacer, menos con mí pierna así- me encogí de hombros y Ryan me abrazó de la nada

-Gracias- susurró y le devolví el abrazó

-Ya vete- dije cuando me aleje de él- Pero no vuelvas muy tarde a tu casa, o tu padre va a matarnos a ambos

-Esta bien- me sonrió aún más y se fue dejándome sola, otra vez...

***

Me quedé en la habitación con Ares durante muchas horas, ya era de noche cuando Alex fue a buscarme y lo único que hice fue encerrarme en mí habitación, esa noche llore mucho

¿No les pasa que estan en tu cama llorando a tal punto que te duele la cabeza, los ojos te arden y están hinchados, la almohada está húmeda, tiemblas, respiras intentado calmarte hasta que poco a poco te vas quedando dormido. Después despiertas con ese vacío en el pecho y un nudo en la garganta?

Por qué a mí sí

Hacía mucho no lloraba hasta quedarme dormida, la última vez fue cuando mí padre me golpeó, desde entonces nunca lo había vuelto a hacer, pero siento que mí vida se está volviendo a caer en pedazos

Cuando creí que por fin podría ser feliz, una vez más el destino me tiró abajo.

“A veces se nos cae el universo encima. Nos duelen las heridas, nos pesa la vida. A veces nos llora el alma de tantas caídas. Pero tranquila, cerrá los ojos y respirá profundo. Hay gente que te quiere en este mundo. Hay perros y hay amigos. Hay familia. Y hay amor en tu corazón.”

Papá solía ser mí más grande pilar, por él yo pude superar muchos conflictos que tenía y que aún tengo conmigo misma

Pero mí papá ya no está, él ya no es lo que solía ser

El día en el que murió mí madre, perdí a las dos personas que más amaba en un mundo

Y una parte de mí se fue junto con ellos

Cuando entendamos que no es un día más, sino un día menos vamos a empezar a valorar lo que realmente importa.

La familia importa

Los amigos importan

Yo no fui capaz de darme cuenta de lo afortunada que era al tener a mis dos padres hasta que los perdí a ambos

Supongo que nunca aprendemos a despedirnos de quien queremos.

Aquello que creiamos perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora